Artículo publicado por la Comisión Permanente de la REF: Antonio Campillo, Luis María Cifuentes, Carmen González Marín, Jacinto Rivera, Concha Roldán, Fernando Broncano y Ángel Martín. El País, 25/11/2012.
Desde la Grecia antigua, la Filosofía es una parte consustancial de la civilización europea, como las ciencias, las artes y las instituciones democráticas. En la época moderna, la tradición filosófica europea se ha extendido por el resto del mundo y ha entablado un diálogo cada vez más fecundo con otras tradiciones filosóficas y culturales. De este modo, la Filosofía se ha convertido en un patrimonio vivo de toda la Humanidad, una especie de código intercultural a través del cual pueden comunicarse los diversos pueblos de la Tierra. Prueba de ello es que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce a la Filosofía un papel fundamental en la educación moral e intelectual de los ciudadanos de todo el mundo. Por eso, en 1995 hizo pública la Declaración de París a favor de la Filosofía y editó el informe Filosofía y democracia en el mundo, en 2005 estableció el Día Mundial de la Filosofía (que se celebra el tercer jueves de noviembre), y en 2007 editó el informe La Filosofía, una escuela de libertad.
La Filosofía es una “escuela de libertad” porque educa a los niños y jóvenes en el ejercicio autónomo y riguroso del pensamiento, les enseña a reflexionar sobre el mundo y sobre sí mismos con una mirada crítica, y los capacita para argumentar y dialogar racionalmente con sus semejantes, reconocer la pluralidad de los diferentes puntos de vista y buscar el entendimiento mutuo en los diversos campos de la experiencia humana. Por eso, ante las transformaciones, conflictos e incertidumbres de una sociedad cada vez más compleja y globalizada, los estudios de Filosofía son una herramienta indispensable para la comprensión del mundo y la comunicación racional entre todos los seres humanos. La Filosofía no es un adorno cultural que se permita el sistema educativo como un complemento de formación, es también un instrumento fundamental para la comprensión del lugar de los demás estudios en un plan de vida como persona y como ciudadano.
La crisis que desde hace cinco años está sufriendo Europa, y en particular España, es extremadamente grave, porque está afectando de modo profundo a todos los ámbitos de la vida humana: es una crisis de nuestro modelo económico y social, pero es también una crisis política de nuestras instituciones democráticas, y es en último término una crisis del pensamiento, de la ciencia, de las artes, en fin, de toda la cultura europea.
Ante la gravedad de esta situación, la comunidad filosófica española ha decidido emprender un proceso de vertebración y cooperación entre todas las asociaciones e instituciones relacionadas con el cultivo de la Filosofía. El resultado ha sido la constitución de la Red Española de Filosofía (REF), que agrupa a todas las Facultades de Filosofía de España, al Instituto de Filosofía del CSIC y a más de treinta asociaciones filosóficas que representan a los diversos campos temáticos, los diversos niveles educativos y las diversas comunidades autónomas. El 5 de mayo de 2012, la REF hizo pública la Declaración de la Filosofía española, que ha sido traducida a todos los idiomas oficiales de España y a varios idiomas europeos.
Con motivo del Día Mundial de la Filosofía, y en respuesta a la grave situación de crisis económica, política y cultural en la que vivimos, la REF ha decidido hacer su presentación pública ante la sociedad española. Lo hizo el pasado jueves 22 de noviembre en el salón de actos del Ateneo de Madrid. Se trataba de una celebración, pero también de una reivindicación de nuestra profesión y una llamada de atención ante las administraciones educativas y ante la opinión pública, para que valoren la importancia de la Filosofía en la formación de los niños y jóvenes españoles.
Hemos comprobado que en todas las reformas educativas de la democracia española -y ya van siete-, los sucesivos gobiernos de España, tanto los del PSOE como los del PP, han utilizado las materias filosóficas de la enseñanza secundaria como un arma arrojadiza en sus batallas ideológicas, en lugar de respetar su autonomía académica y reconocerlas como elementos esenciales de un sistema educativo democrático.
La última reforma educativa promovida por el actual gobierno de España -el Anteproyecto de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), presentado recientemente por el Ministro de Educación, José Ignacio Wert-, entre otras novedades, elimina por completo la Ética, que es la única materia filosófica estudiada en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), y que ha estado presente en el sistema educativo español desde 1980, primero como materia del antiguo BUP y posteriormente -en la LOGSE (1990) y en la LOE (2006)- como materia obligatoria común en el último curso de la ESO. Creemos que la supresión de la Ética es un desacierto que no tiene justificación pedagógica. Por ello, pedimos al Ministerio de Educación que corrija este grave error en la tramitación de la Ley, incluyendo la materia de Ética como asignatura obligatoria en el cuarto curso de la ESO con una dotación horaria de al menos dos horas semanales de modo que pueda cumplir sus objetivos académicos y formativos.
Por último, la Red Española de Filosofía manifiesta su disposición a cooperar con las autoridades educativas para diseñar un curriculum de las materias filosóficas de la enseñanza secundaria que sea coherente y riguroso, y que esté a la altura del mundo en el que vivimos.
Antonio Campillo y Luis María Cifuentes son miembros de la Comisión Permanente de la Red Española de Filosofía. También firman el artículo los otros miembros de la comisión Carmen González Marín, Jacinto Rivera, Concha Roldán, Fernando Broncano y Ángel Martín.