Manifiesto de la Sociedad Ibérica de Filosofía Griega (SIFG), con motivo del Día Mundial de la Filosofía
EN DEFENSA DE LAS HUMANIDADES: LA FILOSOFÍA Y EL GRIEGO
En el famoso Discurso de Giovanni Pico Della Mirandola se hace una defensa de la dignidad del hombre que, basada en su naturaleza proteica, en su mutabilidad, en su capacidad camaleónica, le permite, sin ninguna naturaleza específica, tener la posibilidad de desarrollar cualquiera de ellas. Esto le confiere su dignidad, pues le capacita para ser lo que quiera ser. No es solamente uso del libre albedrío, sino reconocimiento de la auténtica libertad. El ser humano tiene dignidad porque sabe usar esa libertad.
Esta sabiduría ganada se debe enseñar en la escuela, pues es nuestro mayor bagaje. La creencia en los valores de libertad, igualdad y tolerancia proyectan la educación hacia un bien común que debe ser compartido. Por tanto, no solo la educación como algo común y universal para todo ser humano, sino la creencia íntima de que la educación es la pauta para su progreso. Estas ideas optimistas y humanistas proceden de la Revolución de 1789, y fueron ganadas a la Historia.
En los momentos actuales de reforma educativa se quiere apostar por otras vías, olvidando el logro histórico de aquellos valores conquistados, que incidían en la base común del ser humano y que proporcionaban la clave para el acuerdo en el diálogo. Ahora se dice que se deben priorizar las asignaturas instrumentales en detrimento de aquellas que no lo son; utilizando una definición tan restringida e ignorante de instrumentalidad se excluye a la filosofía y el griego. Pero pronto la verdad prevalece, pues todos los docentes sabemos que nuestros alumnos no aprenden más matemáticas o más lengua dando más horas de estas asignaturas. Más bien al contrario, asignaturas como la filosofía y el griego resultan muy propicias para el aprendizaje de la lectura y escritura, así como del desarrollo de la capacidad comprensiva.
Por todo ello, la importancia de las humanidades en la educación no es accidental. Son las únicas asignaturas que curricularmente desarrollan contenidos tan necesarios como el aprendizaje de los valores democráticos. Libertad, tolerancia e igualdad constituyen la base de la ciudadanía.
Aprender a ser un ciudadano activo en nuestras modernas democracias exige la participación en todos sus mecanismos, desde el voto a delegado de clase o la participación en la asociación vecinal…, hasta nuestra papeleta de voto en cada elección. Todo ello resulta de tamaña urgencia en unos tiempos donde la manipulación de los medios de comunicación resulta tan manifiesta.
Este es el germen de la conciencia crítica. Hombres y mujeres que saben ponderar los pros y contras de cualquier situación, que sean capaces de expresar una opinión fundada en un razonamiento y que quieran conocer las causas de las cosas para poder mejor fundamentar sus juicios, constituyen algunos de los mejores logros que ofrecen estas asignaturas. La prevalencia de intereses mercantilistas, pragmáticos o simplemente economicistas, dejarán a una generación huérfana de lo que es más esencial en el ser humano. Y asistiremos a un mundo donde los diálogos serán sustituidos por violencias, los acuerdos por la ley del más fuerte y los valores solidarios de la democracia por los intereses egoístas del individuo o de una casta privilegiada. No se entenderá la educación como elemento de mejora de la sociedad ni de progreso, simplemente se dará rienda libre a la concepción del ser humano como moneda de intercambio.
Ante este incierto y amenazante futuro, la Sociedad Ibérica de Filosofía Griega reclama que se devuelva a las Humanidades, a la Filosofía y al Griego el lugar que les corresponde, por su valor formativo, en los estudios de educación secundaria y universitaria.
Sociedad Ibérica de Filosofía Griega
21 de noviembre de 2013
Día Mundial de la Filosofía