Crónica de E. G. de Blas en El País, 14/05/2014.
- El Ministro de Educación carga contra el comunicado de los responsables de las universidades
- Los rectores le habían pedido en un escrito conjunto que revocase los recortes
- Los rectores exigen a Wert que revoque los recortes
- La Complutense: 300 profesores menos, un 10% de las investigaciones paralizadas
- DESCARGABLE El comunicado de los rectores
La respuesta del ministro de Educación al comunicado conjunto de los rectores de las 50 universidades públicas y 25 privadas del país en el que le exigían que revoque los recortes no ha sido otra que acusar a los responsables de los campus de no reflejar correctamente la realidad en el texto. José Ignacio Wert ha asegurado esta mañana en el Congreso que el escrito de los rectores, que reclamaba la marcha atrás en medidas como el aumento de tasas o el endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca, incluía «afirmaciones manifiestamente inciertas» y «juicios de valor infundados».
La Conferencia de Rectores de España (CRUE), el órgano que representa a los responsables de todas las universidades del país, escenificó el pasado 30 de abril con la lectura simultánea del comunicado conjunto su profundo malestar con las duras «medidas excepcionales» que «asfixian» a los campus, que llegaron primero con los recortes presupuestarios (unos 1.400 millones desde 2009) y después con los cambios normativos que afectaron a las tasas y a las becas. Los rectores pidieron al ministro Wert que rectificara esas medidas, una vez que el Gobierno ha decretado la recuperación económica.
Pero el ministro no está dispuesto, según se deduce de sus palabras en el Parlamento, a considerar las peticiones de los rectores. En respuesta a una pregunta de la diputada socialista Angelina Acosta, que le ha llegado a espetar que los responsables de los campus «no son bolcheviques», Wert ha afirmado que este curso ha habido más becarios universitarios «que nunca en la historia de España», y que se ha destinado una «cuantía mayor que nunca» a las becas. El número de becados ha aumentado este curso un 10% (provocado, entre otras cosas, por el empobrecimiento progresivo de las familias) y también el presupuesto para este capítulo (250 millones más, en total 1.400), pero el ministro ha obviado que, según ha reconocido su ministerio, las becas que recibirán los universitarios este curso tendrán como media 300 euros menos (los becarios de enseñanzas medias recibirán de media 156 euros más), y que el nuevo sistema implantado este año ha generado retrasos en el pago que han ahogado en préstamos a muchos estudiantes.
En cuanto a las tasas, el titular de Educación ha argumentado que son «competencia autonómica» y ha destacado que el precio medio de matrícula en un curso universitario en España es de 1.105 euros, una cifra que, ha dicho, no es muy diferente de las del resto de países europeos con tasas universitarias (que no son todos). Los precios públicos para estudiar una carrera han aumentado en comunidades como Madrid o Cataluña— donde el grado está en torno a los 2.000 euros por curso— más de un 60% en dos años.
«Los precios públicos de matrícula en las universidades deben ser accesibles y razonables en todos los niveles formativos. Debe recuperarse el sentido de las becas y ayudas como garantes de la equidad», decía el comunicado de los rectores.
Wert no ha tratado de contrarrestar el recorte en investigación para las universidades, y se ha limitado a decir que «se intentará ajustarlo a las disponibilidades presupuestarias». Los campus han perdido un 13,7% de presupuesto desde 2010 —una caída presupuestaria que aleja a España de la Unión Europea, donde de media se destina el 1,26% del PIB a educación superior, frente al 0,86% español— lo que ha supuesto que, en universidades como la Complutense de Madrid (el mayor centro presencial del país) hasta un 15% de las investigaciones se hayan tenido que paralizar.
«En lo único en lo que estoy de acuerdo con los rectores», ha concluido el ministro Wert, «es con el último párrafo de su comunicado». El texto de los responsables de todos los campus del país finaliza reconociendo que la universidad española necesita adaptarse a los nuevos tiempos: la realidad social y económica exige, dicen los rectores, «una modernización» de sus «estructuras» y su «funcionamiento». En eso el ministro sí les da la razón.