El pasado sábado 29 de noviembre, a la edad de 38 años, falleció la joven filósofa madrileña Rocío Orsi, profesora en la Universidad Carlos III de Madrid y miembro de las juntas directivas de la Sociedad Académica de Filosofía y de la Asociación Española de Ética y Filosofía Política, ambas integradas en la Red española de Filosofía.
Rocío Orsi Portalo nació en Madrid, en 1976. Estudió el bachillerato en el instituto Covadonga y la licenciatura de Filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid. Se doctoró en la Universidad Carlos III de Madrid en el año 2006, donde enseñaba filosofía desde 2004.
Tradujo, entre otros autores, a Martha Nussbaum y Bernard Williams, y publicó la monografía El saber del error. Filosofía y tragedia en Sófocles (Plaza y Valdés, 2008), en colaboración con el Instituto de Filosofía del C.S.I.C. Fue editora de El desencanto como promesa. Fundamentación, alcance y límites de la razón práctica (Biblioteca Nueva, 2006) y de Butterfield y la razón histórica (Plaza y Valdés, 2013). Junto con Laura Branciforte, editó también Ritmos contemporáneos. Género, política y sociedad, siglos XIX y XX ( Dykinson, 2012).
Era miembro del Grupo Kóre de Estudios de Género y publicó varios artículos y recensiones en revistas especializadas en filosofía moral y política. También era editora del blog EconomiayPolitica.es, publicado por FinancialRed y Weakerties.
Desde la Red española de Filosofía, queremos recordarla con afecto y reconocimiento, evocando aquí dos entrevistas que concedió a la revista Filosofía Hoy y al blog Economía y Política.
Fui alumno suyo en la Carlos III, Universidad de mayores. Era encantadora. Y no lo digo porque ya no está entre nosotros. Enseñaba filosofía con sencillez. Me sumergí tanto en el mar de sus palabras, que de tanto bucear encontré a Kant e hice el trabajo de fin de curso hablando sobre él. Me puso sobresaliente. ¡Quién lo iba a decir! A un torpe como éste. No la olvidaré. Muchos no la olvidaremos. Y es que la emoción de su recuerdo, casi, casi cada día, asoma por la ventana de nuestros ojos como diciendo: ¡Qué mala suerte! En el mejor momento aparece quien aparece, suelta el hachazo, y, en fin, nos deja con las alas tronchadas.
Escribo esto a propósito, para emocionarme. Creo que en ello va un a modo de homenaje sobre todo (o solo por esto) porque nos hizo felices con su presencia, con su voz, su sonrisa, su enseñanza. Nunca la olvidaré.
Yo también fue alumno suyo de la Licenciatura de Humanidades cuando era becaria y se encargaba de una pequeña parte del programa de la asignatura de Ética; su interés en la materia y su cercanía hacen que tras acabar mis estudios la recuerde a ella mucho más que a muchos profesores titulares.
Chica muy inteligente y de un espíritu de rabiante optimismo.
La mayor parte de las lecturas sobre la ética en la literatura griega y romana que nos dio en clase las he vuelto a releer por puro placer años después.
Descanse en paz.
A ROCIO CON CARIÑO SIEMPRE… es la maestra que nunca dejaremos de aprender sobre todo de su inmensa humanidad, sencillez y solidaridad sin banderas ni fronteras en esa andadura preciosa de un mundo menos desigual y humano… haberla conocido y compartido circunstancias, sentires, andares y pensares en su fuerte activismo y desde la academia en las jornadas con el Grupo Koré en la UC3M, nos llevamos por siempre en nuestras mentes y corazones… y seguir el legado de su PARADIGMA en ese precioso peregrinaje de edificar sociedades más justas y humanas aquí, y al otro lado del charco… sé que estas con nosotras ROCÍO… siempre! abrazos sororos…