El Kritisches Journal 2.0 (Consúltese aquí) se funda sobre tres principios clave: la libertad, la creatividad y el rigor.
Cuenta una leyenda -una leyenda que, sin duda, dice más por su existencia que por su veracidad- que en los tiempos del Stift de Tubinga, los mismos que vieron aparecer el famoso Ältestes Systemsprogramm (1797), Schelling, Hegel y Hölderlin, los tres amigos más famosos de la filosofia, plantaron en la exaltación por la Revolución Francesa un árbol que simbolizaba la libertad en el patio del Seminario (Schelling, según se dice, incluso habría llegado a traducir La Marselleise al alemán). La anécdota es seguramente falsa, pero no deja de ser descriptiva de un modo de pensar y de actuar.
En todo caso, como señala Helena Cortés, sí hay constancia en el Stammbuch de Hiller a través de una mención de Märklin, ambos amigos cercanos de Hölderlin, de una reunión celebrada en el jardín de aquél el 14 de julio de 1793, que bien podría tratarse de esta, para nosotros, «enjundiosa ceremonia». El árbol de la libertad, normalmente un chopo, en francés peuplier, que tiene resonancias con peuple, «pueblo», era el «árbol del pueblo» y se remonta a una antigua tradición por la cual, los árboles, casi mástiles, eran adornados con cintas y otros adornos en torno a travesaños colocados estratégicamente en los mismos con el fin de celebrar la primavera al llegar el mes de mayo. Con la Revolución Francesa los Maibäume pasaron a ser Freiheitsbäume y los adornos primaverales se transformaron en rojos gorros frigios, escarapelas y símbolos revolucionarios. También en primavera ve la luz nuestro primer número y lo hace bajo la sombra de otro árbol, reinterpretación del anterior. El árbol es visto desde la perspectiva que se tendría desde abajo, desde aquel que lo sujeta. Un círculo rojo marca el gorro frigio, metamorfoseado hasta devenir un reflejo circular y rojizo del sol en la copa de un árbol frondoso –ya no mástil-, como aparece, por ejemplo, en las pinturas de C. D. Friedrich, el árbol frondoso de una Naturphilosophie que reinvindica la fuerza de la naturaleza y de la historia. No en vano, además, -recuperamos aquí al Schelling del Vom Ich- «el inicio y el fin de toda filosofía es la libertad».
La libertad nos lleva a nuestro segundo pilar: la creatividad. KJ2.0 se propone como tarea no “hervir viejas coles” por decirlo con Hegel, sino introducir aire fresco y nuevas perspectivas a la hora de abordar preocupaciones comunes. No se trata únicamente de profundizar en lo que un autor dijo, sino de preguntarse por qué lo dijo, por qué es relevante y qué actualidad tienen sus planteamientos. Pero esto sólo puede hacerse desde el rigor. De ahí que la revista cuente con un consejo asesor y una lista de evaluadores externos cuyos integrantes se caracterizan por la seriedad y por un reconocimiento que sólo el trabajo duro puede lograr.
La revista dará especial importancia a los contenidos visuales, entendidos no como «adorno» de los textos, sino como necesario refuerzo de la argumentación presentada: pinturas, fotografías, esculturas, películas, piezas musicales, series de televisión, todo ello forma parte de nuestra experiencia vital y, como tal, ha de poder formar parte libremente de nuestra interpretación y crítica de lo que nos rodea. En cada número habrá cinco secciones bien diferenciadas y, en ocasiones, un anexo.
1. La primera sección publicará artículos centrados en el tema monográfico del que trate en el número;
2. Así lo harán también los textos pertenecientes a la segunda sección «Lo visible», consagrados al análisis filosófico de material audiovisual, siempre desde la perspectiva del tema que nos ocupe.
3. La tercera sección, denominada «Los (in)visibles», está concebida como una «galeria de visibilización» en la que pequeños textos, como entradas [de un diccionario, den cuenta de aquellos filósofos, poetas, dramaturgos, pintores que, ensombrecidos por las grandes figuras de la época, han sido pasado por alto.
4. La cuarta sección contendrá reseñas de algunas de las últimas publicaciones sobre idealismo y romanticismo;
5. La quinta asume como tarea informar al lector de todas las novedades bibliográficas que surjan en los seis meses inmediatemente posteriores al número de la revista, ya sean libros o artículos.
6. Finalmente, se publicarán en el anexo traducciones de textos inéditos.