Foot fue una de las pensadoras de filosofía moral del siglo XX, que argumentó que los juicios morales tienen una base racional e introdujo el famoso experimento de pensamiento ético conocido como el problema del tranvía. Foot fue una de las primeras exponentes de lo que se conoce como «realismo moral» o «cognitivismo», es decir, la opinión de que puede haber verdaderas proposiciones morales y que los valores no pueden estar completamente separados de los hechos. Al complicar o negar una distinción entre hechos y valores, encontró espacio para un tipo sofisticado de naturalismo ético. Esta es una versión de una ética aristotélica en la cual la naturaleza de los seres humanos es en sí misma un determinante de su bien. Su enfoque requiere conexiones firmes entre la virtud, la racionalidad y el interés propio.
Foot forma parte del grupo de mujeres de filosofía ética más influyentes y destacadas del siglo XX, junto a Elizabeth Ascombe, Mary Warnock y la novelista Iris Murdoch, todas ellas estudiantes de Oxford durante la segunda guerra mundial. Philippa Foot ejerció su carrera docente en Somerville College, Universidad de Oxford desde 1947 hasta 1967. Posteriormente, ejerció la cátedra en diversas universidades estadounidenses: Berkeley, Cornell, Princeton, Stanford y finalmente se estableció en la Universidad de los Ángeles, California, hasta su jubilación.
Algunas de sus obras son Moral Beliefs (1958) Virtues and Vices (1978) Natural Goodness (2001), Moral Dilemmas (2002)
#pensadoras #lasMujeresTambienPiensan #MarzoMujeresFilosofia
Fuente: Oxford Reference; The Telegraph; The New York Times
Foto: Philippa Ruth Foot. Tomada The New York Times
Graciela Hierro fue mi maestra de filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México