Amelia Valcárcel asume el desafío que supone escribir un libro de ensayos sobre el bien y el mal, sobre las pasiones, que lo queramos o no siguen dirigiendo el destino del mundo
Que en pleno siglo XXI aparezca un libro sobre las pasiones, asunto medular de la filosofía (entretenida demasiado tiempo con la crítica, la queja existencialista y el análisis lingüístico), no deja de ser una buena noticia para aquellos que, en un mundo dominado por la técnica, luchan por revitalizar las humanidades. Los siete ensayos que Amelia Valcárcel reúne en este volumen muestran toda una serie de motivos lo suficientemente atractivos como para que valga la pena revisitarlos, desde los antiguos pirrónicos o los cínicos de la secta del perro, hasta arquetipos modernos como el hipócrita de Molière, el Diderot descreído, Lolita o el mejor Nietzsche. La filósofa encara pasiones como la envidia, motor del descontento social, con solvencia y sin tapujos, pero también la verdad y la mentira, la obscenidad, la violencia o la picaresca. Entre medias, algunas penetrantes intuiciones, como un breve análisis de las fortalezas y flaquezas del pope del pensamiento ético, Jürgen Habermas, del que hemos aprendido que la moral es una teoría común, que vamos haciendo entre todos y que nadie puede reclamar para sí solo. Aunque sepamos que esa construcción colectiva no ha sido el resultado de un diálogo o de algún tipo de argumentación, sino que procede de mitos y textos sagrados.
Fuente: Babelia, El País (12/11/2018)