Ante la dimensión rigurosamente planetaria de los movimientos transfronterizos de migrantes y refugiados, sorprende que no se haya articulado aún un sistema supranacional de gobernanza que permita actuar de forma coordinada a nivel global. Es decisivo disponer de marcos claros, supervisados por una organismo supraestatal competente, que permita que tales movimientos se hagan de manera ordenada y que vele por el efectivo respeto de los derechos humanos de quienes los protagonizan, el eslabón siempre más débil.
Autor: Juan Carlos Velasco. Investigador Científico, Instituto de Filosofía, CSIC.
Fuente: The Conversation (05/02/2019)