Lo que realmente cuenta es nuestra responsabilidad, y no podemos dejarla en manos de nuestros representantes políticos, ni tampoco delegar su ejecución a los algoritmos gestionados por la inteligencia artificial. Los humanos necesitamos seguridad y certezas. Pero también hay que saber convivir con el miedo, asumiéndolo como parte de nuestra experiencia, y no caer en la tentación de querer controlarlo todo. Ver artículo completo