COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN ANDALUZA DE FILOSOFÍA EN DEFENSA DE LA ÉTICA
«La desaparición de la asignatura de Ética (o Vida moral y reflexión ética, como llegó a llamarse) del curriculum de 4o de E.S.O. en las últimas legislaciones educativas no sólo es un golpe a la educación y a la filosofía sino a nuestra sociedad democrática. El planteamiento de los dilemas morales con que nos desafía la vida y la acción humana, el conocimiento de las diversas tendencias filosóficas que han constituido la reflexión ética, todo ello es un freno contra el sectarismo y el fanatismo. En sociedades como las nuestras, cada vez más polarizadas y con la amenaza de corrientes dogmáticas, populistas o intolerantes, la reflexión ética es una buena forma de plantear los problemas basándonos en el diálogo y la racionalidad. La ética tampoco es ajena a las emociones pero combate la emocionalidad irracional que vemos todos los días en medios de comunicación, redes sociales o simples reuniones familiares. La ética nos obliga a calmarnos y afrontar la problematicidad de la praxis humana. En adolescentes
que pueden ser una presa fácil para las corrientes intolerantes es una asignatura fundamental.
No vivimos en sociedades sin valores ya que es nuestra propia existencia la que nos arroja a los dilemas sobre la acción. Pero el razonamiento también hay que entrenarlo y fundamentarlo. Si no hay educación ética la demanda de valores puede ser sustituida por el identitarismo o el simple fanatismo. Esto no es una especulación sino un riesgo muy real y darse cuenta va más allá de las polarizaciones ideológicas. Los profesores de filosofía no defendemos la ética por un interés corporativista sino como una necesidad ciudadana. La ética no es incompatible con ninguna otra asignatura y no
es una alternativa a nada. No adoctrina sino que abre los ojos. Es muy potente y consume muy poco. No es la panacea pero puede ser un antídoto.
No somos nuevos en esto de usar la racionalidad. Grandes autores han analizado la existencia humana y han propuesto formas de vivir mejor. Ignorarlos puede llevar a nuestros hijos a pensar que los problemas tienen soluciones fáciles o expeditivas. Si realmente nos importan nuestros futuros ciudadanos debemos formarlos éticamente.
Por eso solicitamos a nuestros legisladores que reconsideren el error inicial de no incorporar la asignatura en el plan de estudios de la educación secundaria. Aún hay tiempo y es posible.
Asociación Andaluza de Filosofía»
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