Tema: “Cuerpo humano e identidad personal”
Universidad de Navarra. Edificio de facultades eclesiásticas.
Fecha: 16 y 17 de septiembre de 2022
Comité organizador:
Dr. Enrique Moros Claramunt, Universidad de Navarra (España)
Dr. José Ángel García Cuadrado, Universidad de Navarra (España)
Dr. José Vicente Bonet, Universidad Católica de Valencia (España)
La Sociedad de Filósofos Cristianos, SOFiC, está concebida como un espacio para fomentar el debate filosófico desde las distintas tradiciones del pensamiento cristiano. Tiene como objetivo promover la práctica de la filosofía y la educación, dialogar con otras tradiciones filosóficas, religiosas y culturales de nuestro tiempo, favorecer e impulsar la práctica de la filosofía en los diferentes ámbitos de la cultura y la sociedad, defender los derechos humanos y la dignidad de la persona desde la filosofía práctica y comparecer en espacios públicos y en foros filosóficos y educativos para hacer presente el humanismo cristiano fomentando una cultura del encuentro. Este Simposium internacional busca ser un punto de encuentro y de debate entre filósofos cristianos de distintas áreas lingüísticas y culturales. A lo largo de los dos días se llevarán a cabo ponencias, comunicaciones, mesas redondas, paneles de discusión y debates.
Se trata de investigar la compleja constitución del ser humano desde los principios biológicos del propio ser a la realidad siempre inacabada de su desarrollo y crecimiento en el conocimiento y en las virtudes. Intentaremos profundizar en la integración de todos los elementos que reúne cada persona y su respectiva dinámica en favor de la identidad de cada quien. Obviamente a estas líneas generales se puede acceder desde muchos puntos de partida y, dado el carácter filosófico de las mismas, también deben ser muchos los modos en los que la transdisciplinariedad se puede emplear para profundizar en los datos y en la historia del hombre.
Por otro lado, la educación constituye de entrada una ventana abierta a la dimensión familiar y social del ser humano, puesto que solo se puede ser persona con otras personas, gracias a otras personas y para servir a las personas. De ahí que la justicia social, que arraiga en las primeras necesidades de los seres humanos, no sea ajena a la plenitud de los propios contemporáneos. Finalmente, la vida social requiere el desarrollo de la cultura, que es el ámbito donde se humaniza el hombre y en el que puede alcanzar su plenitud, tanto en la articulación de la vida ordinaria, del trabajo profesional o de la vida artística que permite aunar en la belleza todas las dimensiones humanas.