Crónica publicada en el periódico argentino La Nación, 13/04/2014.
El politólogo Ernesto Laclau, considerado el referente intelectual del kirchnerismo, falleció hoy a los 78 años en España tras sufrir un infarto, informó hoy su familia, según la agencia estatal Télam.
El también historiador y filósofo postmarxista doctorado en la Universidad de Oxford -adonde llegó con el padrinazgo de Eric Hobsbawn- falleció esta mañana en la ciudad española de Sevilla, adonde había acudido para brindar una conferencia, acompañado de su mujer, Chantal Mouffe.
Laclau, miembro del espacio kirchnerista Carta Abierta, vivía en Gran Bretaña desde 1969, donde era profesor emérito de teoría política en la Universidad de Essex.
Invitado por el agregado cultural de la embajada argentina en España, Jorge Alemán, para brindar una conferencia esta tarde, Laclau había iniciado el día bien temprano con un paseo por las calles de Sevilla y un baño en la pileta, cuando se produjo el infarto que provocó su muerte, precisó Télam.
La familia indicó que repatriará sus restos a la Argentina, para que «descansen en su país».
Algunos de sus textos más conocidos son La razón populista, Hegemonía y estrategia socialista, escrito junto a su mujer, y Debates y Combates.
Sus últimas definiciones
En febrero pasado, en una entrevista con Télam, Laclau aseguró que «el futuro del proyecto popular pasa por profundizar las políticas distributivas que se aplican desde 2003».
De todos modos, el académico que reside en Londres desde 1969, consideró que el modelo que lidera la presidenta Cristina Kirchner libra «una guerra de posiciones, y que para salir bien de ella debe profundizar el sentido de las políticas que implementa».
La última entrevista de Laclau con LA NACION
«Cuando hablo de guerra de posiciones me refiero a un proceso cuyos resultados se verifican en el largo plazo. Por eso, para asegurar esta etapa de la contienda de ideas, el gobierno debe animarse dar pasos audaces. Creo que la creación de una Junta Nacional de Granos sería una buena medida en el contexto actual», afirmó. Días después, consideró que «las retenciones al campo deberían ser más altas».
Una de las voces más escuchadas por el oficialismo, Laclau evitó dar pronósticos sobre las elecciones presidenciales del año próximo en el país. «No puedo decir si Daniel Scioli es el sucesor de Cristina Kirchner porque soy londinense», dijo hace casi dos meses.
Hace tres semanas, en tanto, estuvo en el Salón del Libro de París, con la delegación argentina, donde presentó su visión sobre «democracia populares» en América latina junto a otras figuras vinculadas a la Casa Rosada.
Su relación con Cristina Kirchner
Laclau destacó en su última entrevista con LA NACION, en noviembre último, que él ha tenido «un trato fluido y cordial con los presidentes recientes de la Argentina».
«Con Cristina estuve tres o cuatro veces y tuvimos una relación muy cordial. La última vez, en 2012. Conversamos acerca de la situación política de América latina, en un momento dado, incluso, hicimos algunos escarceos teóricos sobre Althusser y la verdad es que yo me siento muy satisfecho con la relación con ella y, sobre todo, con su proyecto», dijo.
En ese momento, consideró que el gobierno de Cristina Kirchner «es populista en vocación y es menos populista en los hechos». «Por razones históricas, ella no puede ser una líder populista en el sentido que lo fue Perón. Y entonces va a depender más de la negociación con diversos sectores de la sociedad civil», definió.
Me dirijo a la Red de Filosofía para realizar una sugerencia con respecto al tratamiento de la figura de Ernesto Laclau. Esta consiste en recomendar más atención a la hora de copiar noticias de la prensa. Más allá del acierto o desacierto de las obras y conferencias de Laclau, lo cierto es que en Argentina existe ahora mismo un antagonismo claramente identificable entre el gobierno (y muchas asociaciones adherentes al proyecto encabezado por el Frente para la victoria) y diversos sectores económicos (entre los cuales el bloque del Grupo Clarín, es el más visible). El análisis de la actual confrontación debe remontarse, como mínimo, al año 2008 en el que se produjo un gran debate alrededor del intento de incrementar las retenciones a las exportaciones de soja y girasol. Por esta razón creo conveniente que en una Red como esta se publique una noticia un poco menos parcial de la figura del filósofo en cuestión o, si esto no es posible, que no se publique nada en absoluto.
Creo que muchos de los lectores se decepcionarían de esta pobre reseña al comprobar los numerosos puntos de contacto que mantiene con esta otra: http://www.gaceta.es/mariano-garcia-barace/requiem-ernesto-laclau-24042014-1657, de La Gaceta. A mi entender, las similitudes entre ambas notas, no responden a nociones filosóficas ni teóricas en torno a la obra de Laclau, sino a una valoración positiva o negativa de un gobierno. Cualquier conocedor superficial de lingüística sabrá detectar los abundantes subjetivemas de ambos textos, como también una gran pobreza de información con respecto al hecho que se trata en el texto.
Por último me gustaría añadir que el mismo Laclau en alguna conferencia sobre medios de comunicación (que pueden encontrar en youtube) declara que no dará más notas a La Nación ya que publican lo que se les antoja.
Espero que este comentario sea tomado en cuenta y que valga para futuras actuaciones: creo que la filosofía, en cualquiera de sus formas, debe perseguir la concreción de un análisis crítico y una exposición alejada de los estereotipos propios de la prensa.
Javier Gastón Noble Antas.