José Barrientos Rastrojo, especialista en Filosofía Aplicada, profesor Titular de la Universidad de Sevilla y director del Proyecto I+D+i de Filosofía Aplicada en Prisiones financiado por la Unión Europea, coordina, desde el inicio de confinamiento en España, BOECIO epistolar. Por medio de este proyecto, presos de reclusorios latinoamericanos ofrecen consejos a occidentales confinados de países Europeos y de fuera del continente.
El proyecto cuenta, por el momento, con cerca de un centenar de cartas, que están siendo leídas, reflexionadas y respondidas por españoles y extranjeros que sufren las mismas sensaciones de ansiedad e inquietud que ellos vivieron cuando entraron en prisión. Las primeras cartas fueron obtenidas por Marco Antonio López Cortes en reclusorios mexicanos. Se espera recibir más epístolas de prisiones argentinas gracias a las gestiones de Claudia Perlo, investigadora del CONICET. BOECIO epistolar se funda en la idea de que los grandes expertos en aprender a vivir en reclusorios son sus habitantes y, por ende, son ellos y ellas quienes pueden dirigirnos y animarnos en los difíciles momentos que vivimos.
Si alguien desea recibir una carta para ser respondida, puede escribir a barrientos@us.es o contactarlo en sus redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram) encontrándolo por su nombre “José Barrientos Rastrojo”. Entretanto, aquí se pueden leer algunas citas originales de las cartas recibidas:
“Lo aprendí que el encierro es el que tú decides cómo vivirlo: hay personas que no están presas en una institución, pero viven en una prisión psicológica, de enfermedad o hambre”
“El confinamiento será un tiempo para bien, si lo sabemos dirigir: tal vez, nos sirva para poner en orden parte de nuestro yo interior al cual no dedicamos, habitualmente, el tiempo necesario”
“Tenemos que trabajar con nuestras emociones para que no nos traicionen; mucho menos el miedo: cuando caemos en el juego malvado de otros, perdemos la cabeza y podemos ocasionar consecuencias dolorosas para los otros y para nosotros mismos”
“El encierro no es tan malo como pensamos. Nos ayuda reflexionar sobre lo que somos, [a ser conscientes de que cuando no estamos encerrados] estamos bien, [reflexionar sobre el hecho de] qué debemos cambiar. Asimismo, el aislamiento te debe de impulsar a valorar las cosas [olvidadas]”.
“El encierro nos recordará que la libertad se logra por libre decisión y que las rejas no son un impedimento para sentirte libre”
“El pájaro enjaulado no pierde su sueño de volar, así que tú no pierdas tu esperanza de volver a ver el mundo”