El Laboratorio conversa con Peter Schütte

Peter Schütte es abogado alemán y enseña derecho ambiental en la Universidad de Bremen. Asesora en temas de infraestructura sostenible. Es experto en la generación e integración de energía renovable en la red, la transición a un transporte sostenible y las leyes nacionales y europeas de conservación de la naturaleza. Ha participado en proyectos de investigación nacionales e internacionales sobre estos temas. Estudió en las universidades de Hamburgo y Bilbao. Ha trabajado en Alemania, Nueva Zelanda y Estados Unidos.

Dimensiones nacionales e internacionales de la sentencia del Tribunal Constitucional alemán sobre la Ley de protección del clima

“Un signo de exclamación para la protección del clima“ (Svenja Schulze, ministra federal de Medio ambiente, socialdemócrata – SPD), “una oportunidad para una mayor justicia intergeneracional” (Peter Altmaier, ministro federal de Economía – demócrata christiano – CDU), “masivo pero justo“ (Markus Söder, presidente del Partido Social Cristiano – CSU) … Las reacciones al juicio emitido por el Tribunal Constitucional Federal de Alemania el 24 de marzo 2021 fueron rápidas y sorprendentes, ya que son esos partidos los responsables de la Ley alemana de Protección del Clima de 2019 (Klimaschutzgesetz) que el Tribunal declaró en parte incompatible con los derechos fundamentales de la Constitución o Ley Fundamental (Grundgesetz).

Los hechos

El Constitucional dictaminó sobre varias denuncias constitucionales alegando que el Estado alemán no ha implementado suficientes medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Con la reducción de emisiones de CO2 regulada en la Ley de Protección del Clima del año 2019, no se puede cumplir con el objetivo de emisiones cero de CO2. A su juicio se violan los derechos fundamentales en las obligaciones de protección de la vida y la salud, así como el derecho fundamental a un futuro humano y a un nivel de subsistencia ecológica.

La sentencia

El Tribunal estuvo de acuerdo parcialmente con las quejas constitucionales. Las disposiciones de la Ley de 2019 son incompatibles con los derechos básicos en la medida en que no existen medidas adecuadas para reducir las emisiones a partir de 2031. Es convicción del Constitucional que la normativa pospone irreversiblemente las medidas de reducción de emisiones elevadas a períodos posteriores a 2030. Esto viola a las/los denunciantes –algunas/os muy jóvenes y oriundos no sólo de Alemania sino también de paises como Nepal y Bangladesh– en sus “derechos fundamentales intertemporales de libertad”.

Además, la Ley federal de 2019 viola el objetivo constitucional de protección del clima como un aspecto del objetivo estatal de protección ambiental en la Constitución alemana (Art. 20a de la Ley Fundamental). Esto está respaldado por el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2° C y, si es posible, a 1,5 ° C en comparación con el nivel preindustrial.

A mi entender, esta decisión del Tribunal Constitucional de Alemania es de considerable importancia, tanto a escala nacional como internacional.

La dimensión nacional

En primer lugar, el gobierno federal debe cambiar y mejorar la Ley alemana de Protección del Clima para finales de 2022. La protección climática requerida constitucionalmente tendrá que ser el principal punto de referencia. Esto también se aplica a las decisiones administrativas, por ejemplo en relación con permisos para los sistemas de energía renovable, pero también a las decisiones de planificación a escala nacional, regional y local. Además, los tribunales administrativos y civiles deberán tener en cuenta la sentencia de la BVerfG (Tribunal Constitucional) en su práctica de toma de decisiones.

La dimensión internacional

La decisión de la BVerfG ha sido muy bien recibida a escala internacional y coincide con otras acciones climáticas exitosas en otras partes del mundo (Irlanda, Países Bajos, “Urgenda” y “Shell”, etc.). No hay duda de que la protección del clima como problema global no puede resolverse a escala nacional. Más bien, Alemania tiene la obligación constitucional de actuar tanto a nivel nacional como internacional. Son los derechos fundamentales y el objetivo estatal de protección ambiental establecidos en la Constitución alemana los que demandan al gobierno federal para participar activamente en la búsqueda y en el desarrollo de soluciones internacionales del problema climático global.

Las perspectivas

Poco tiempo después de la sentencia del Constitucional, ya está en marcha un proyecto de una nueva Ley de Protección del Clima del ministerio federal del medio ambiente que prevé nuevos objetivos nacionales de protección del clima. El actual objetivo de protección del clima para 2030 se incrementará al menos al 65%. Se aplicará un nuevo objetivo nacional de protección climática de al menos el 88% para el año 2040. La neutralidad neta de gases de efecto invernadero se alcanzará según estos planes en 2045.

La deseada enmienda de la Ley de la ministra Schulze ha sido polémica y muy discutida. Por un lado, además del mero establecimiento de nuevos objetivos intermedios, existe sobre todo (y con toda razón) una demanda de que las definiciones de los objetivos se respalden con medidas concretas para los respectivos sectores. Por otro lado, cada una de las medidas discutidas para frenar las emisiones de CO2 hasta el día de hoy, se enfrentan a la escandalosa oposición de los grupos de presión de la industria y de los agricultores, y también de representantes del gobierno federal actualmente en el poder (sic). Por todo ello, serán necesarias más acciones y movilizaciones climáticas, a nivel nacional e internacional.