Rafael Guardiola Iranzo
Hoy es un día especial para la celebración de la vida. El 22 de abril de 1722 vio la luz en Königsberg, Inmanuel Kant, un referente imprescindible del pensamiento occidental. Su apelación a la osadía de pensar para lograr la mayoría de edad del entendimiento individual y social, a la convivencia pacífica, al respeto y el cosmopolismo, es un alimento imprescindible para afrontar la incertidumbre y los acontecimientos que sacuden nuestro tiempo y la zozobra de nuestra humana condición. También un 22 de abril nació en Vélez-Málaga, pero en 1904, la filósofa María Zambrano. Su peregrinaje humanista como exiliada no le impidió ofrecernos un rico legado recordándonos que la filosofía aspira a formular buenas preguntas y, gracias a la poesía y la literatura, nos podemos topar, tal vez, con las ansiadas respuestas. No en vano, como sugiere Kafka, la vida es un conjunto de enigmas de los que hemos olvidado la clave, y los libros, claves cuyo enigma no hemos localizado convenientemente. Tanto Kant como María Zambrano se plantean la vida como una investigación y nos invitan a recorrer sus pasos, casi sin saberlo. No en vano, ‘investiga y ama’ fue el lema de Ibn Gabirol, ese filósofo y poeta judío malagueño que nació en Al-Ándalus hace mil años. Al contar hoy con brújulas tan ilustres, ¿podremos socavar con ello el estéril individualismo de la sociedad contemporánea, así como sus goznes, el infantilismo y el victimismo, o poner fin al estúpido belicismo? Pienso que no, pero lo digo por si acaso. Pido disculpas por mi escepticismo.
Por si no se han dado cuenta, este largo preámbulo, producto de la logofilia filosófica, es una incitación a que acepten una falacia ad verecumdiam y otra ad populum. Mi propósito es, pues, seducir. Me explico. Acabo de llegar, cargado de endorfinas, de la fiesta anual del pensamiento joven a la que se bautizó hace once años como ‘Olimpiada Filosófica’, una de las actividades señeras, desde el año 2013, de la Red Española de Filosofía a la que pertenece la asociación andaluza que me honro en presidir. Nuestra fiesta (la XI Olimpiada Filosófica de España) ha tenido lugar, esta vez, en la ciudad de Bilbao, los días 19 y 20 de abril, y su tema, «¿qué es el ocio?». Han participado en ella, con una lucidez entusiasta 94 finalistas de las cuatro modalidades previstas: Disertación, Dilema moral, Fotografía y Vídeo, de las diecisiete comunidades y las dos ciudades autónomas del estado español.
Este artículo fue originalmente publicado en La opinión de Málaga el 24 de abril de 2024