Poco antes de las vacaciones de Semana Santa se celebró la final de este año 2015 de la Olimpiada filosófica de Castilla y León, una interesante competición escolar , o más bien celebración, en torno al mundo de la filosofía y el pensamiento. Los participantes eran alumnos de centros de secundaria de toda Castilla y León, uno por provincia después de las finales provinciales, y hoy hemos querido habla con Noemí Fernandez Uemura, ganadora regional de la modalidad de dilemas filosóficos, en un intento de conocer lo que las generaciones más jóvenes piensan sobre algunos asuntos que nunca solemos preguntarles.
Para hablar sobre los jóvenes hay también que escucharles de vez en cuando, así que os dejo con ella.
-Juventud y filosofía parecen, en principio, dos temas que extraña ver juntos. ¿Por qué?
Seguramente en este momento de nuestra historia no relacionamos la filosofía con nada que no sean aquellos antiguos y sabios griegos. Al fin y al cabo, ¿cuántos adultos de hoy en día pueden jactarse de haber leído a Platón o a Kant? En el mundo actual no hay, por desgracia tiempo para la filosofía, o más bien, no hay tiempo para pensar, porque tenemos tantas cosas que captan nuestra atención a diario que muchas veces no somos capaces de pararnos a pensar un poco sobre nuestra propia naturaleza y la forma en que vivimos.
-¿Crees que pensar es una actividad de riesgo?
Por supuesto.
Si piensas te das cuenta de cosas que ocurren y si te das cuenta de lo que pasa, quieres remediarlo o al menos intentar mejorarlo, y para ello hace falta información, que tiene que ser investigada y eso le da mucha pereza a la gente. Si piensas, te arriesgas a dejar de ser uno de tantos que se dejan llevar sin hacer preguntas, y eso a ciertas personas les molesta.
-¿Puede ayudar en algo la filosofía a nivel práctico o la consideras un pasatiempo intelectual?
La filosofía es un estupendo pasatiempo, pero los pasatiempos tienen también su utilidad, porque cuanto más pienses, más ganas tienes de aprender y de saber cosas nuevas, lo cual es estupendo para desarrollar la curiosidad, que es la base de un buen estudio. Por lo tanto, considero que la filosofía ayuda a mejorar el aprendizaje.
-¿Nos ayuda la filosofía a ser más inteligentes?
No. Un estúpido es un estúpido por mucho que filosofe, pero lo cierto es que los estúpidos no suelen interesarse por la filosofía y si entran en contacto con ella (o se ven obligados a ello en algún momento de su vida), no la entienden porque suelen ser incapaces de seguir un pensamiento lógico sin perderse. La filosofía requiere de cierta inteligencia y ayuda a pensar, pero no hace milagros.
-¿Y a ser mejores personas?
Tampoco. Al fin y al cabo Maquiavelo era un filósofo del que no dudo que no era una buena persona. La filosofía puede ayudar a una buena persona a ser mejor persona, pero también puede ayudar a una mala persona a reforzar sus posiciones.
-Ganadora en la modalidad dilemas… ¿Qué es realmente un dilema, en tu opinión?
Un dilema es una situación real o ficticia en la que existe un problema para el cual hay dos soluciones. Ambas tienen razones por las que son buenas y razones por las que no lo son. Resolver un dilema consiste en analizar minuciosamente la situación y las posibles salidas y decantares por una u otra dependiendo de las conclusiones a las que se ha llegado.
-Por lo que hemos leído, este año los dilemas versaban sobre la diferencia entre lo legal y lo legítimo. Parece difícil… ¿Algún atajo para desentrañar esos problemas que se nos plantean?
Lo más fácil es pensar lo que haría uno mismo si se encontrase en esa situación. Todos tenemos claro que lo legal es lo que dice la ley, pero tal vez la legitimidad sea un concepto más complicado. Yo creo que si una ley perjudica a alguien inocente, es legítimo que este la infrinja, ya que no sería moral que alguien que no ha hecho el mal se vea castigado. Por ejemplo: si existiese una ley que prohibiese a las personas a acoger a alguien en su casa, lo legal sería cumplir dicha ley, pero sería legítimo acoger a tu hermano sin trabajo.
-¿Cual es para ti el mayor dilema de nuestro tiempo?
La contaminación y el calentamiento global. El dilema planteado sería más o menos así: ¿Deberíamos reducir las emisiones de gases contaminantes, controlar los vertidos industriales en las aguas, fomentar el reciclaje, emplear el transporte público e invertir en la búsqueda de fuentes limpias de energía aunque sea costoso y conlleve a la disminución de nuestro nivel de vida o por el contrario deberíamos continuar igual que ahora arriesgándonos a acabar con el planeta? Para mí la respuesta es clara, pero hay muchas personas en el mundo que no se dan cuenta de la importancia de este asunto.
Muchas gracias.
Suerte en la final nacional de Madrid.
Artículo publicado por Javier Pérez en: www.elcotidiano.es