Olímpicamente inoportuno. Ramón Araújo, cómico humanista, satírico, irónico y sarcástico, tiene ingenio en cantidades industriales. “Corrómpeme, para estar a la altura de mi país”, es uno de los aforismos que recoge en su último libro ‘El Murphy Palmero. Una aproximación insignificante al pesimismo preventivo y creativo’, que llegará a las librerías en las próximas semanas, y en el que analiza “cuestiones generales de carácter humanista”. “Los humoristas tendemos a ser humanistas porque nos preocupa el estado del hombre, desnudamos la apariencia de las cosas, combatimos lo políticamente correcto, la hipocresía, la vanidad y el abuso de poder que nos acompaña desde el principio de la humanidad”, ha explicado en una conversación desternillante con LA PALMA AHORA. Esta obra es de broma pero va en serio. “Muchos políticos piensan que autocrítica es un rent a car”, reza otra de las máximas del Murphy Palmero.
Araújo ha estado un año y medio, más o menos, estrujándose las meninges para discurrir una serie de reflexiones que, hay que reconocerlo, son de antología. “Cuando me levantaba por la mañana y se me ocurrían frases – a veces era un torbellino de ideas- me iba corriendo al ordenador para escribirlas”, dice. “Este libro surgió del pensamiento crítico que encierra siempre el no, como una cuestión básica, una especie de pesimismo intelectual, pero en el fondo lleva un optimismo del corazón y un pesimismo de la razón, de la observación del mundo, que enfada un poco”. Reconoce que el libro de ‘La Ley de Murphy’ ha marcado su vida. “Es una de mis obras favoritas, magnífica, extraordinaria, de lo más inteligente que he leído nunca”, asegura. “Como cómico, me atrevería a decir que no he leído nada más agudo, más satírico”, insiste.
A estas alturas de su vida, Ramón Araújo, docente jubilado, necesitaba definir “un montón de cosas importantes, conceptos políticos que yo mismo tenía que aclarar a la edad que tengo, una visión del mundo nítida, cosas como el pensamiento crítico, una filosofía general de la vida, pero siempre con carácter humorístico y satírico, irónico y sarcástico”, subraya. Y ha llegado a sus propias conclusiones. “¿Mi ideología? A la izquierda de los egoístas y a la derecha de los gandules”.
En el ‘El Murphy Palmero. Una aproximación insignificante al pesimismo preventivo y creativo’ el lector puede encontrar de todo, de lo divino y lo humano. “El problema no es que tropecemos dos veces en la misma piedra. El problema es que nadie quita la jodida piedra”, según una de sus justificaciones prácticas del pesimismo existencial.
La obra está ilustrada por Joel Pérez, “un dibujante y humorista crítico y satírico, con una vena a la que me siento muy cercana”, afirma. La edición corre a cargo de Ediciones Alternativas. “Siempre he tenido el apoyo de Miguel Calero, que es un mecenas, lleva muchos años editando libros contra viento y marea”, resalta.
A modo de prólogo, Aráujo escribe: “El pesimismo creativo y preventivo se basa en una idea muy simple: para lo bueno siempre estoy preparado, para lo malo debo prepararme, así no me sorprenderá y sabré qué hacer”. Más adelante, reflexiona: “Tal vez la crisis, ese caballo de Troya tan feo y negativo, oculte en sus tripas un modo de vida más humano y creativo, la energía del abismo”. En su ‘Definición Minimalista Garafiana del Principio de Entropía’ concluye que “todo termina yéndose al carajo”. En fin, un libro recomendable, y hasta imprescindible, para transitar por este mundo.
Este artículo ha sido publicado por Esther R. Medina en: www.eldiario.es
(Imagen tomada del mismo diario digital)