Diderot, el paseante
«Imponedme silencio sobre la religión y el gobierno y no tendré nada más que decir» (Diderot, El paseo del escéptico).
«Es en este período, comprendido entre los años 1746 y 1747, cuando redacta un breve pero compendioso y descarnado opúsculo hasta ahora inédito en español: El paseo del escéptico, obra de la que ya podemos disfrutar en español gracias a la fantástica edición publicada por Laetoli en su colección de Los ilustrados […]. Diderot ensaya en este librito —que se lee con auténtica fruición debido a su doble impronta literaria y filosófica— un intento por examinar lo que él llama ‘los tres jardines’ o avenidas: la religión, la filosofía y los placeres (o sensualidad). Tres ámbitos que estuvieron siempre muy presentes en la vida del filósofo francés… y en la vida de cualquier ser humano» (Carlos Javier González serrano, blog El vuelo de la lechuza).
Tenemos ante nosotros tres avenidas por las que pasear: la de los espinos, la de los castaños y la de las flores, es decir: la de la religión, la de la filosofía y la del placer. El primer capítulo es una andanada sin contemplaciones contra el cristianismo. El segundo es un diálogo de sabor platónico donde charlan deístas, espinozistas, materialistas, escépticos y ateos. El Diderot de El paseo es espinozista.
Denis Diderot nació en Langres, cerca de París, en 1713 y murió en 1784. Educado por los jesuitas, como tantos ilustrados radicales y ateos, Diderot escribió filosofía, teatro, novela, poesía, historia… Es autor de una de las grandes novelas modernas, Jacques el fatalista. Su obra es enorme, dispersa y a menudo anónima. Fue el director, desde el primero hasta el último volumen, de la Encyclopédie, la obra magna de la Ilustración, en la que Diderot hizo de todo: escribió, corrigió y revisó todos los volúmenes, esquivando de modo magistral a la censura. Durante varias décadas colaboró con su amigo Holbach en las obras que este publicaba anónimamente en Holanda, y que se están publicando en esta colección, en las que era algo más que un simple corrector. Diderot es la figura más brillante de la Ilustración europea.
Una de sus obras más sugerentes, un tanto enigmática, es El paseo del escéptico, que debió de escribir en 1747, reconocida desde hace tiempo, según Jonathan Israel, como «un paso clave en la formación intelectual de Diderot». Para el autor de Una revolución de la mente, es la obra en la que Diderot abandona el deísmo de sus primeros libros y pasa a un materialismo ateo. «Dentro del parti philosophique, el giro decisivo hacia las ideas radicales, tanto en relación con el desarrollo intelectual personal de Diderot como del grupo entero, tuvo lugar en los años 1745-1748, después de la publicación de sus Pensamientos filosóficos. Fue entonces cuando Diderot escribió su alegoría filosófica El paseo del escéptico (1747), un texto que proporciona luz sobre los tensos debates filosóficos, crucialmente formativos, que ocupaban al ala radical de los philosophes» (Jonathan Israel, Enlightenment Contested. Philosophy, Modernity, and the Emancipation of Man).
«Diderot fue la figura principal de su época, el centro de condensación e irradiación del enciclopedismo ilustrado […], el centro del ambicioso proyecto de creación y difusión de las bases de una nueva cultura […], la principal cabeza dirigente que supo y pudo dar cierta homogeneidad y coherencia al difuso y un tanto espontáneo movimiento ilustrado» (José Manuel Bermudo, Diderot).
«Se dice que, la víspera de su muerte, Diderot pronunció estas palabras en forma de máxima antigua: ‘El primer paso hacia la filosofía es la incredulidad’. Esto merece ser recordado hoy, cuando las industrias de la credulidad han adquirido un poder que amenaza ese ‘primer paso’ tan difícil» (Dominique Lecourt, Diderot).
«La Encyclopédie […], una treintena de volúmenes de buen tamaño que comprenden todo el saber humano, una de las maravillas del mundo moderno, comparable a las pirámides de Egipto, a la Divina Comedia, a la Capilla Sixtina, al descubrimiento de América, una obra que ha revolucionado el modo de pensar de su propia época y de los siglos posteriores, y que se consideró causa lejana de la Revolución francesa…» (Umberto Eco, prólogo a P. N. Furbank, Diderot).
Traducción de Elena del Amo
Epílogo de Roberto R. Aramayo
Apéndice de Mario Bunge
Fuente:
http://www.laetoli.es/los-ilustrados/141-el-paseo-del-esceptico-de-diderot-9788492422883.html