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Valeriano Bozal, IN MEMORIAM

                VALERIANO BOZAL, IN MEMORIAM: TEORIA Y PRAXIS DE UN MAESTRO DEL PENSAR

Las despedidas son difíciles. Sobre todo, si se trata de un Maestro del Pensar, con todas las letras, como es el caso del filósofo, historiador y crítico del arte español Valeriano Bozal Fernández (24 de noviembre de 1940-2 de julio de 2023). Para ser más preciso, se trata de una rara avis a la que Michael Podro incluiría en la categoría de “Historiadores del Arte Críticos”, que también quiso ser un hombre de acción, comprometido con su tiempo, además de un intelectual heterodoxo. La obra de Valeriano Bozal sigue la estela de eruditos librepensadores e investigadores alemanes de finales del siglo XIX y principios del XX como Schnaase, Semper, Göller, Wölfflin, Warburg o Panofsky, cuya ruta es imprescindible en los orígenes de la moderna historiografía del arte. Kant, Schiller y Hegel establecieron con anterioridad los cimientos de la calzada historiográfica y situaron al mundo del arte en el centro de las especulaciones filosóficas por derecho propio. Como buen historiador crítico del arte, su labor vital no se limitó al minucioso registro de obras y documentos –esa historia empirista como colección de hechos muertos que Marx detestaba-, sino que edificó una teoría eficaz, capaz de ser aplicada al análisis de obras concretas. Dicho marco teórico tiene que ver con su ambicioso programa acerca de las “categorías estéticas” que edificó tras su paso por la sociología del arte y la semiótica.

Doy fe de que Valeriano Bozal fue el alma del VIII Congreso de la Asociación Andaluza de Filosofía, que con el título “Arte y filosofía en el siglo XXI” se celebró en Málaga en septiembre de 2010, y que su ponencia “Ética, estética y política”, articulada en torno a la película de Leni Riefenstahl, El triunfo de la voluntad en el contexto de la Alemania nazi, sigue teniendo vigencia. Catedrático de Historia del Arte Contemporáneo en la Universidad Complutense de Madrid, fue anteriormente profesor titular de Estética en la Universidad Autónoma de Madrid, donde gocé de su magisterio y luego, o al mismo tiempo, de su amistad. Ha sido también presidente del patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y miembro del consejo rector del Instituto Valenciano de Arte Moderno, colaborador habitual del Museo Nacional del Prado y de numerosas instituciones relacionadas con el arte. Ha dirigido la colección de libros de filosofía, estética, teoría e historia de las artes, “La Balsa de la Medusa”, de la Editorial Antonio Machado Libros, e impulsor de la mítica Revista del mismo nombre, bajo cuyo paraguas dimos muchos nuestros primeros pasos académicos y críticos.

Afortunadamente, podemos transitar las sendas histórico-filosóficas del profesor Bozal gracias a sus propios escritos autobiográficos (Bozal, Crónica de una década y cambios de lugar, Madrid, Antonio Machado Libros, 2020) y al libro En torno al arte. Estética, historia y crítica (2023) publicado recientemente en la misma editorial, y editado por las profesoras Matilde Carrasco y Francisca Pérez Carreño, donde toman la palabra el propio Valeriano Bozal y algunos de sus más destacados interlocutores intelectuales y vitales: María José Alcaraz, Jèssica Jaques, Jordi Ibáñez, Salvador Rubio, Carlos Thiebaut y Gerard Vilar.

Valeriano Bozal confesó que le gustaba enseñar, que disfrutaba dando clase, y que la docencia le había permitido poner a prueba constantemente sus tesis. Con la claridad y la pretensión de objetividad como divisas en sus innumerables escritos, se consagró a un trabajo de investigación constante y disciplinado, en la que Goya ocupa un lugar privilegiado como leit motiv académico y personal.

Los intereses filosóficos del profesor Bozal, quien dijo pertenecer a una generación de autodidactas, evolucionaron con decisión, partiendo desde los problemas relativos al estilo –en especial, al realismo- desde una difícil mixtura de formalismo y filosofía hegeliana. El lenguaje artístico, la semiótica y el estructuralismo se convirtieron, posteriormente, en su objeto de estudio prioritario, sin marginar sus fuentes originarias, en busca de una visión comprensiva del fenómeno artístico. Pues, como afirma Hegel, el arte permite detectar y recrear la presencia de lo universal en lo particular, en las manifestaciones concretas, en las vivencias más íntimas plasmadas en las obras.

La investigación sobre el significado poliédrico de la obra de Goya y el estudio riguroso del pensamiento ilustrado y el arte del siglo XVIII proyectaron al profesor Bozal hacia el universo de las categorías estéticas, piezas indispensables para comprender el funcionamiento y el alcance de la sensibilidad, así como el significado de las obras concretas: las categorías positivas de lo bello, lo sublime y lo pintoresco; y las negativas grotesco, patético y kitsch.

Los libros, artículos, conferencias y reseñas sobre arte y filosofía del profesor Bozal han contribuido felizmente a la configuración de las señas de identidad de la cultura española contemporánea desde una perspectiva plural. Se puede reconocer en todas estas manifestaciones los ojos curiosos del filósofo inquieto: un pensador que reclama la ironía como actitud ética e instrumento de resistencia política. También nos damos de bruces con el historiador crítico del arte que examina las obras particulares a la luz de una teoría. Sentimos asimismo la presencia de un editor exigente y cercano a la ciudadanía y sus reivindicaciones sociales, y de un crítico de arte que ha compartido mesa con los artistas y que se ha atrevido incluso a hacer arte con ellos. Sin olvidar que su mirada es también la mirada atenta del gestor o el asesor de las instituciones del “mundo del arte” en la sociedad de masas y, sobre todo, la mirada de un lúcido espectador del arte y del pensamiento contemporáneo.

No me gustaría despedirme nunca de Valeriano Bozal, a quien he citado recientemente en unas conferencias sobre Picasso, auspiciadas por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, para hablar de la “experiencia estética” y pensar con el autor del Guernica en centros de secundaria. O, en caso de que no hubiese más remedio, hacerlo como lo hizo él, el último día de clase en la Facultad, a principios del verano de 1985, invitando al alumnado a compartir su lectura estival, celebrando la vida con El pianista, la última novela de Vázquez Montalbán. Valeriano Bozal es, definitivamente, un buen capitán para poner rumbo a Menorca, protegidos a buen recaudo de los corsarios de la estulticia, la autocomplacencia, el infantilismo, el victimismo y el mal gusto.

RAFAEL GUARDIOLA IRANZO

Presidente de la Asociación Andaluza de Filosofía

Entrevista a Esperanza Rodríguez en MAGISNET

La presidenta de la Sociedad Española de Profesorado y Plataforma de Filosofía (SEPFi), Esperanza Rodríguez Guillén, lleva libradas muchas batallas en defensa de las humanidades en la escuela y otras causas, como la presencia de la mujer en la sociedad y en el ámbito científico en particular. En su triple dimensión de docente, filósofa y activista no evita ningún charco, como el del transhumanismo, al que, dice, «hay que mirar a los ojos sin miedo».

Atiende amablemente la videollamada de MAGISTERIO con motivo de la celebración del VI Congreso Iberoamericano de Filosofía, organizado por la Sociedad Portuguesa de Filosofía (SPF), el Instituto de Filosofia da Universidade do Porto y la Red Iberoamericana de Filosofía (RIF), cuyo presidente Maximiliano Prada también nos atiende en esta entrevista.

JOSÉ Mª DE MOYA Martes, 17 de enero de 2023

Esperanza Rodríguez (SEPFi) y Maximiliano Prada (RIF) andan haciendo las maletas para participar en el VI Congreso Iberoamericano de Filosofía, que se celebrará en Porto (Portugal) del 23 al 27 de enero y que reflexionará sobre la importancia de la verdad, la justicia y la libertad en estos tiempos colapsados por la banalidad mediática. Basta ver qué información ha llenado tertulias y debates los últimos días (sic).

También participarán en el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Filosofía, que se celebrará en CaixaForum (Madrid) los próximos 22 y 23 de abril con el objetivo de impulsar las humanidades en la escuela y ofrecer pautas a los docentes para hacer apasionante la Filosofía a los alumnos de nuestro tiempo.

¿Cuál es la situación de las humanidades en la enseñanza y cuál debería ser?

Esperanza Rodríguez. —No han desaparecido, cosa que se escucha con frecuencia. Sí que es verdad que durante mucho tiempo las humanidades han tenido más peso en la enseñanza y últimamente han disminuido. Entendiendo, por perder peso, perder espacio y horas. Pero esto no es un problema exclusivo de la educación, sino de la sociedad. He tenido bastantes alumnos y alumnas que han querido hacer Humanidades o Sociales y ha sido en su propia familia donde se les ha dicho aquello de “haz algo que tenga salida”. Por eso, creo que no es un problema solo de la educación… Me parece que deberíamos mirarnos todos hacia dentro y hacia nuestro entorno.

Maximiliano Prada. —La formación escolar es el momento de la formación en la que los estudiantes reciben herramientas, orientaciones, conocimientos y pautas y formas de vida que son necesarias y fundamentales para llevar una vida ciudadana digna, creativa, crítica y participativa de los procesos sociales y culturales de la época. Esto requiere que los jóvenes reciban conocimientos que no solo los habiliten para insertarse en el mundo laboral, sino conocimientos que les permitan comprender su momento histórico, su participación en la sociedad, que les permitan el autoexamen, los abran a la comprensión del otro, de otras culturas y épocas y les permitan asumir de manera crítica las situaciones y contextos en los que viven. Esta es tarea fundamental de la formación humanística.

PUEDES SEGUIR LEYENDO LA ENTREVISTA COMPLETA AQUÍ

Open Access title: Music in Evolution and Evolution in Music by Steven Jan. 

About the Book  

‘Music in Evolution and Evolution in Music’ is an immensely comprehensive and detailed discussion of the connections between music and evolution. Steven Jan compares a range of views about how musicality biologically evolved and about how different forms of music culturally evolved, and argues that considering these questions has profound implications for how we should think about the evolutionary history of our aesthetic, linguistic and cognitive capacities more generally. The book will be of interest to musicologists and evolutionary biologists alike, as well as to philosophers of music, philosophers of biology, and indeed anyone with more than a passing interest in how we came to be the musical creatures that we are.

Dr Justine Kingsbury
University of Waikato

Music in Evolution and Evolution in Music by Steven Jan is a comprehensive account of the relationships between evolutionary theory and music. Examining the ‘evolutionary algorithm’ that drives biological and musical-cultural evolution, the book provides a distinctive commentary on how musicality and music can shed light on our understanding of Darwin’s famous theory, and vice-versa.  

Comprised of seven chapters, with several musical examples, figures and definitions of terms, this original and accessible book is a valuable resource for anyone interested in the relationships between music and evolutionary thought. Jan guides the reader through key evolutionary ideas and the development of human musicality, before exploring cultural evolution, evolutionary ideas in musical scholarship, animal vocalisations, music generated through technology, and the nature of consciousness as an evolutionary phenomenon.

A unique examination of how evolutionary thought intersects with music, Music in Evolution and Evolution in Music is essential to our understanding of how and why music arose in our species and why it is such a significant presence in our lives.

Also now available, a blog by the author discussing this new Open Access title at https://blogs.openbookpublishers.com/steven-jan-on-music-and-as-evolution/

    
Access this Title


This book is freely available to read and download in PDF and HTML formats at https://www.openbookpublishers.com/books/10.11647/obp.0301. If you are interested in browsing this title, sharing the news with your audience and/or getting your own hard copy you can do so here. Remember that if you belong to an institution part of our library membership programme, you are entitled to discounts on physical copies and free digital editions.

La filosofía como eje de la educación en democracia

La revista Paideia tuvo la gentileza de publicar en su último número nuestro artículo «La filosofía como eje de la educación en democracia«. En él sostenemos la idea de que la formación filosófica es un componente fundamental de la educación en y para la democracia. La razón es que tres de las propiedades más importantes de las ideas de democracia y de educación (la orientación axiológica, la dimensión dialéctica y la autorreferencialidad) son las mismas que caracterizan específicamente a la actividad filosófica, una disciplina que contribuye como ninguna otra al aprendizaje de tres competencias análogas a dichas propiedades (la especulación en torno a las ideas, el diálogo crítico y la actitud reflexiva) y que resultan necesarias tanto para el ejercicio pleno de la ciudadanía como para el desarrollo de una educación articulada en torno a la autonomía del alumnado. 

Entrada publicada en el blog Filosofía para Cavernícolas

Foto de Amparo Zacarés: seminariodemujeresgrandes.com

El olvido que no cesa

(Artículo de Amparo Zacarés en Levante EMV)

La foto de portada es de seminariodemujeresgrandes.com

Es de dominio público que la filosofía no se ajusta bien a la pedagogía del currículo. Como dice tan bellamente Cécile Guérard, «la filosofía corrió por las calles de Atenas, a la sombra de los plátanos en flor, mezclándose con el canto de las cigarras. Al aire libre, sin manuales». Se refiere a que en sus inicios nació como un diálogo vivo que duda, confronta ideas y recomienza sin cesar. Su esencia es formular preguntas provocativas e incómodas para tomar conciencia de la propia ignorancia y no dejar que aceptemos a la ligera certidumbres que se dan por hecho. Pero una vez que la filosofía ha quedado encerrada en las aulas, el dilema se presenta entre «enseñar a filosofar» o «enseñar filosofía». La primera postura la expuso Kant al enunciar el lema de la Ilustración Sapere aude (!Atrévete a pensar y no dejes que otros piensen por ti!). Con ello se distanciaba del aprendizaje histórico de la filosofía ya que nadie podía aprender filosofía si no aprendía a la vez a pensar. La segunda opción, la defendió Hegel que consideraba que la filosofía podía ser enseñada y aprendida en su devenir histórico como cualquier disciplina del conocimiento. A primera vista puede parecer que ambas posiciones, la kantiana y la hegeliana, se enfrentan y excluyen. A mi entender, no es así ya que se trata más de una cuestión de énfasis que de fondo.

Foto: Diario Sur

Con todo, es importante reconocer que los datos transmitidos históricamente poseen un valor didáctico y que la actitud filosófica no es espontánea sino aprendida y culta. Por lo demás, tampoco hay que menoscabar la actitud cotidiana de asombro y curiosidad hacia todo cuánto nos rodea. Es más, hay que comprender la filosofía dentro de un proceso histórico en el que los seres humanos, en función de la época que viven, se formulan preguntas y las responden desde el ejercicio de la razón. En realidad ambas posturas caben simultáneamente en la elaboración del proyecto curricular de la programación de aula. Al menos así ha de asumirse en segundo de bachillerato, donde el recorrido histórico de la filosofía exige una práctica docente que procure situaciones de aprendizajes y desarrolle determinadas competencias para que el alumnado pueda desenvolverse con soltura en la sociedad del siglo XXI. Y es esta compatibilidad la que destaca la nueva Ley Orgánica 3/2020 en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la filosofía.

La noticia no es nueva, se sabía que en este año académico recién comenzado se implantaría la Lomloe mediante un proceso gradual. En la actualidad se ha implantado en los cursos impares y el próximo año, en los cursos pares. Así, pues, hasta el año siguiente no se empezará a aplicar el nuevo currículo de segundo de bachillerato de Historia de la Filosofía. Y es aquí donde, aún a riesgo de adelantarme en el tiempo, quiero subrayar que en la nueva ley educativa las mujeres filósofas se presentan con la relevancia que merecen y ya no están en los márgenes de la historia ni son una mera extravagancia o anécdota. Es cierto que este reconocimiento ya lo contemplaba la LO 3/2007 para la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres. En el artículo 24 se indicaba a las Administraciones educativas que, en el ámbito de sus respectivas competencias, debían desarrollar entre otras actuaciones «el establecimiento de medidas educativas destinadas al reconocimiento y enseñanza del papel de las mujeres en la Historia». Pero es ahora cuando este requerimiento ha tomado fuerza y se ha comenzado a plasmar en los libros de texto y en los currículos de las diversas asignaturas, tanto en las humanísticas como en las STEM que es el acrónimo inglés por el que se conoce al grupo de disciplinas que se refieren a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Puestas así las cosas, un análisis entre el currículo antiguo versus el currículo nuevo se salda a favor del último. Sin embargo, como suele decirse, nunca llueve a gusto de todos. Y a mí me ha resultado paradójico que, a diferencia de los currículos de historia de la filosofía de las distintas CC AA, donde sí han contado con el raciovitalismo de Ortega y Gasset y la razón poética de María Zambrano, en la nuestra se les haya eliminado. A decir verdad en estas ausencias detecto algo más que una mera cuestión de género. Más bien deja entrever que en la construcción de un nuevo paradigma cultural no solo hay que sopesar los referentes que heredamos sino también los que nos resistimos a incluir. Es como si la filosofía nunca jugara el partido en casa o como si en la primera liga estuvieran seleccionados, única y preferentemente, los equipos de Grecia y Alemania. 

Para continuar leyendo, accede al artículo completo AQUÍ

(Inicialmente publicado en del diario Levante EMV, el 22-9-2022)

Benito Pérez Galdós

Todo lo que no sabías de Benito Pérez Galdós, el escritor que hay que leer para «sentirse español»

Lorena Maldonado

Caricatura de Galdós.

Desde la azotea de su casa natal de las Palmas de Gran Canaria, el niño Benito Pérez Galdós podía ver el mar. Regresaría siempre a esa masa regeneradora, a ese misterio acuoso que conformó de alguna manera su personalidad amplia, polifacética, curiosa y renovadora, porque como escribió él mismo más tarde, “bien puede decirse que la estrategia, y la fuerza y la táctica, que son cosas humanas, no pueden ni podrán nunca nada contra el entusiasmo, que es divino”. La luz y el paisaje de la isla le inyectaron una frescura que se canjeó en eso: en una nueva manera de mirar las cosas. En un deseo por superar los arquetipos y dualidades predominantes desde el Renacimiento -razón y corazón, mente y emociones, espíritu y cuerpo- y dibujar una realidad humana más ecuánime, más justa, ¡verdadera!, que no despreciaba al cuerpo por ser innoble frente al espíritu.

Ese crío de clase acomodada -hijo de un militar, veterano de la guerra de la independencia, y de una madre férrea que gobernaba el hogar imponiendo los valores tradicionales- se mostraba tímido y se refugiaba en los mimos de sus seis hermanas, pero pudo desarrollar desde pequeño varias de sus artes: la escritura, la pintura y la música. Sobre ese diminuto vástago -que luego fue un gran hombre cerebral, racional, modernísimo, hijo del pensamiento ilustrado- versa ahora Benito Pérez Galdós. La verdad humana, la exquisita exposición comisariada por Marta Sanz y Germán Gullón que abre sus puertas hoy viernes en la Biblioteca Nacional de España y que trata de aunar todas las caras del genio en más de 200 piezas.

El que se enamoró por primera vez de una niña llamada Sisita -resultó que era su prima y eso cabreó a la teniente Dolores Galdós, quien hizo todo lo posible por alejarlos-. El que empezó Derecho y lo abandonó. El que se hizo periodista y acudía a las tertulias canarias y plácidas de la Puerta del Sol, donde ahora hay un Pans&Company, en contraposición al ‘Bilis Club’ asturiano donde asistía Clarín -con miembros llenos de mala leche-.

El que soñó con vivir armónicamente, con minimizar a los enemigos; y el que aprendió eso mismo de Giner de los Ríos, que le inculcó el “diálogo” y las ganas de vivir las ideas para tenerlas. El diputado. El heterodoxo. El liberal. El republicano. El que en la fase final de su vida se hizo socialista. El que se alineó con Pablo Iglesias al darse cuenta de que “el proyecto de la restauración no había funcionado”, al asumir que “el llamado tercer Estado no tenía sentido”. El candidato más votado. El amante de los perros. El tipo que alquilaba pianos porque no podía dejar de tocar. El de la curiosa caligrafía.

 

Todos los Galdós

El que escribió “sin miedo a ser local”, como señala Sanz, y, sin embargo, puede leérsele siempre, “encaminado a lo universal, siempre traducible en las nuevas coordenadas culturales de cualquier momento”. El autor que contó la historia desde abajo, desde “la vida privada de los seres normales” -en boca de Almudena Grandes- para entender la conciencia pública. El ciudadano que respetaba las instituciones. El que se matriculó en la vida urbana madrileña. El gran lector de reacciones humanas. El del pulso de la calle. El director de diversas publicaciones. El editor. El dibujante. El coleccionista de arte. El mejor dramaturgo de su época, aunque ya no se le reconozca. El ensayista político.

Una de las piezas de la BNE.

Una de las piezas de la BNE.

El hombre que edificó a esa Tristana que no quería ser ni amante ni esposa. El autor que dibujó a la niña rebelde, huérfana y desgraciada para retratar la emancipación de la mujer en la sociedad española de finales del siglo XIX, para hablar de “amor libre y anarquismo”, como señala un vídeo de Elvira Lindo en la misma muestra. El pionero. El vanguardista. El progresista. El viajero. También Galdós es el envidiado y admirado por Luis Buñuel, el amante favorito de Emilia Pardo Bazán, el padre de María Galdós Cobián.

Un escritor para «sentirse español»

“Yo viví en EEUU mucho tiempo y entré en contacto con muchos exiliados, como Francisco Ayala, y con muchísimos campesinos…”, comienza a rememorar el comisario Germán Gullón. “Y recuerdo la frase del poeta Cernuda. Él vivía, el pobre, en una universidad del norte de Nueva York, un sitio muy triste, muy horrible, donde estaba solo y no tenía nadie con quien hablar, porque ni siquiera manejaba el inglés. Por las noches leía a Galdós. Y decía que lo leía para sentirse español. Para volver un poco a España. Sus lecturas le ponían contento”. Sanz, por su parte, apunta que el final de la exposición cuenta con varias entrevistas a galdosianos muy reconocidos, como Elvira Lindo, Antonio Muñoz Molina, Trapiello o Almudena Grandes, “que nos dan razones y argumentos para entender a Galdós más allá de ese ‘garbancero’ que muchos han pretendido que fuera”.

Una de las piezas expuestas en la BNE.

Una de las piezas expuestas en la BNE.

Recuerda la comisaria que hay que reivindicar al “Galdós estilista”, al que “basándose en la realidad y en la historia de su tiempo fue capaz de volver a ella a través de sus textos literarios”: “Habló de todas las capas sociales. Habló de hombres y de mujeres admirables. Construyó personajes femeninos que forman parte de nuestro imaginario sentimental. El realismo galdosiano muchas veces ha sido denostado por una parte pseudoexquisita y elitista de la cultura española”. Es hora de quitar de una vez por todas esa caspa. Es hora de reconocerle como le extrañaban en Madrid el día de su entierro. Eran las tres y media de la madrugada del 4 de enero de 1920 cuando se fue. Le despidieron unos 30.000 madrileños “de todas las clases sociales, menos la política”: “Fue un acto emocionante, donde el pueblo mostró su cariño por quien les había retratado con fidelidad, y ofrecido una imagen imperecedera de su tiempo”.

Escribió entonces Unamuno que, leyendo su obra, “nos daremos cuenta del bochorno que pesa sobre la España que en él ha muerto”. Ortega y Gasset le dedicó las siguientes palabras: “La España oficial, fría, seca y protocolaria, ha estado ausente en la unánime demostración de pena provocada por la muerte de Galdós. La visita del ministro de Instrucción Pública no basta… Son otros los que han faltado… El pueblo, con su fina y certera perspicacia, ha advertido esa ausencia… Sabe que se le ha muerto el más alto y peregrino de sus príncipes”. Quizá la mejor de sus memorias la reflejó Cernuda en su Díptico español: “La real para ti no es esa España obscena y deprimente / en la que regentea hoy la canalla / sino esta España viva y siempre noble / que Galdós en sus libros ha creado. / De aquélla nos consuela y cura ésta”.

Fuente:
https://www.elespanol.com/cultura/20191101/no-benito-perez-galdos-escritor-sentirse-espanol/440956841_0.html

Filósofas

12 citas de filósofas para reflexionar cada día

Simone de Beauvoir, María Zambrano y Hannah Arendt, tres de las grandes filósofas homenajeadas en el calendario Filosofers 2020, al que pertenecen las tres ilustraciones de esta imagen.
Simone de Beauvoir, María Zambrano y Hannah Arendt, tres de las grandes filósofas homenajeadas en el calendario Filosofers 2020, al que pertenecen las tres ilustraciones de esta imagen.

 

La filosofía es de todos, mujeres y hombres, aunque durante siglos ellas, las pensadoras, hayan estado silenciadas y no hayan sido valoradas. Convertirlas en protagonistas de un calendario para tenerlas presentes durante todo el año es una buena manera de visibilizarlas y recordarlas. He aquí 12 citas de filósofas para reflexionar a lo largo de los 12 meses de 2020.

Por Amalia Mosquera

Haberlas las hay y las ha habido. Muchas. Como dijo el filósofo y escritor italiano Umberto Eco, «no es que no hayan existido mujeres que filosofaran,es que los filósofos han preferido olvidarlas, tal vez después de haberse apropiado de sus ideas». Así que para hacerles justicia hay que volver a revisar la historia de la filosofía dando luz y palabra a todas esas pensadoras que han permanecido ocultas pero que tanto reflexionaron y tanto aportaron al mundo de las ideas.

El calendario 2020 que Filosofía&co. edita junto al trabajo, la creatividad y el diseño de Filosofers hace un homenaje a las grandes filósofas que en la historia ha habido a través de 12 de ellas para reivindicarlas, visibilizarlas y contribuir a que formen parte fundamental –la que merecen– de la historia del pensamiento. Las recordamos a ellas y recordamos algunas de sus ideas, porque el pensamiento se dice o se escribe para compartirlo y transmitirlo. 

Para hacerles justicia hay que revisar la historia de la filosofía dando luz y palabra a todas esas pensadoras que han sido silenciadas

Palabra de filósofas 

  1. «Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar»
    Hipatia de Alejandría (370-415)
    Filósofa, matemática y astrónoma, nació en Egipto, diócesis romana. Dedicó su vida al estudio y al afán por saber.
  2. «¡Oh, fuerza de la sabiduría que todo contienes y comprendes»
    Hildegard von Bingen (1098-1179)
    Filósofa mística alemana, es la primera mujer erudita de la que se conserva su obra teológico-filosófica en latín.
  3. «La excelencia o la inferioridad de los seres no residen en sus cuerpos según el sexo, sino en la perfección de sus conductas y virtudes»
    Christine de Pizan (1365-1430)
    Filósofa y poeta humanista, nació en Italia y murió en Francia. Considerada la primera escritora profesional de la historia, escribió La ciudad de las damas, en defensa de las mujeres.
  4. «El amor al estudio es la pasión más necesaria para nuestra felicidad; es una fuente de placer inagotable»
    Émilie Marquise du Châtelet (1706-1749)
    Matemática, física y filósofa francesa, escribió con Voltaire Los elementos de la filosofía de Newton.
  5. «Mujer, despierta, el llamamiento de la razón se hace oír en todo el universo; reconoce tus derechos»
    Olympe de Gouges (1748-1793)
    Escritora y filósofa política francesa, fue la autora de la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana, en la que defendía la igualdad.
  6. «No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas»
    Mary Wollstonecraft (1759-1797)
    Filósofa y escritora inglesa, estableció las bases del feminismo moderno en su libroVindicación de los derechos de la mujer.
  7. «Cuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino»
    Germaine de Staël (1766-1817)
    Filósofa y escritora política francesa, referente del romanticismo, comprometida con la Revolución Francesa, se enfrento a Napoleón Bonaparte.
  8. «No puedo vivir conforme a ejemplos ni voy a representar jamás un ejemplo para nadie, pero en cambio voy a darle forma a mi propia vida de acuerdo conmigo misma»
    Lou Andreas-Salomé (1861-1937)
    De origen ruso –nació en San Petersburgo–, viajó por toda Europa. Colaboró con Nietzsche, Rilke y Freud. Los tres reconocieron la capacidad, la inteligencia y la importancia de Andreas-Salomé en sus vidas y su obra
  9. «Si se hubiera de definir la democracia podría hacerse diciendo que es la sociedad en la cual no solo está permitido, sino exigido, el ser persona»
    María Zambrano (1904-1991)
    Filósofa y ensayista española, tuvo que exiliarse en 1939. Vivió en Francia, México, Cuba, Puerto Rico, Italia, Suiza… Fue la primera mujer en recibir el Premio Cervantes, en 1988.
  10. «No hay pensamientos peligrosos; el pensamiento es peligroso»
    Hannah Arendt (1906-1975)
    Filósofa alemana nacionalizada estadounidense… a la que no le gustaba que la llamaran filósofa, no se identificaba con este término. Una de las figuras más importantes del pensamiento político del siglo XX.
  11. «No se nace mujer, se llega a serlo» (*)
    Simone de Beauvoir (1908-1986)
    Referente del feminismo, la filósofa y escritora francesa escribió El segundo sexo, libro en el que reflexiona sobre el significado de ser mujer.
  12. «Hay que realizar lo posible para alcanzar lo imposible»
    Simone Weil (1909-1943)
    Filósofa y escritora francesa, pacifista. «Desde Marx el pensamiento político y social no había producido en Occidente nada más penetrante y profético», dijo Camus sobre ella.

(*) Puedes conocer el significado de esta famosa cita de Simone de Beauvoiraquí, explicada por la filósofa Ana de Miguel.

La filosofía tiene nombre de mujer

Y muchas de las personas que se han dedicado a ella también. En el calendario Filosofers 2020 hay doce, doce mujeres, una cada mes, en representación de todas las que fueron y son, una breve muestra que permite hacer un homenaje a las filósofas a las que no siempre hemos podido leer y escuchar con la atención y el reconocimiento que se merecen, algunas de las poderosas mujeres que con sus ideas y acciones se confirmaron como grandes figuras de la historia del pensamiento.

En la imagen de abajo, la portada del calendario, con (de izda. a dcha.) Simone de Beauvoir, Lou Andreas-Salomé, María Zambrano e Hipatia de Alejandría dándonos la bienvenida al mundo de las ideas. En el interior, sus citas y una breve biografía de cada una para conocerlas mejor. Puedes encontrar el calendario aquí.

Calendario Filosofers 2020
Calendario Filosofers 2020 dedicado a las filósofas de la historia.
Fuente:

https://www.filco.es/12-citas-filosofas-reflexionar-cada-dia/

Hobbes

El nuevo mundo de Hobbes

Javier Trías Vejarano realiza un minucioso estudio de grandes pensadores sobre un telón de fondo marxista

javier trias

Fallecido justo cuando su última obra va a llegar a las librerías, Juan Trías fue colaborador principal en los años sesenta de Luis Díez del Corral en la cátedra de Historia de las Ideas y Formas Políticas de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas. Ello supuso entonces que su formación como investigador tuviera lugar no solo al lado de don Luis, sino con otro de los grandes historiadores discípulos deOrtega y Gasset, José Antonio Maravall. Ambos codirigían un seminario en el Instituto de Estudios Políticos, suprimido cuando Fraga Iribarne asumió la dirección del Instituto. Juan Trías realizó allí la tesis doctoral, más en línea con Maravall: un excelente estudio sobre Almirall y los orígenes del catalanismo. Ambos escribimos Federalismo y reforma social (1840-1873), que debería seguir siendo de consulta útil para especialistas como Juanjo Solozábal, que en su magnífico análisis Pensamiento federal español y otros estudios autonómicos (Justel, 2019) prescinde de los antecedentes históricos del federalismo, que iluminan la génesis, el significado y el fracaso hasta hoy de la corriente federal en España.

Las secuelas de un episodio izquierdista de los setenta, el juicio crítico organizado por nuestra joya maoísta, el Camarada Intxausti —respetemos el alias del futuro político socialista—, truncaron su carrera académica durante 20 años. Siguió enseñando, militando e investigando. Con especial acierto en el libro elaborado desde los años noventa, que ahora se publica. Más allá de su título, se trata de un estudio de grandes pensadores, atendiendo a las recomendaciones de Díez del Corral, sobre un telón de fondo marxista. Lo expresa el subtítulo: ‘El cambio de visión de Bodino a Hobbes’, reconstruyendo mediante el análisis comparativo una trayectoria en la cual figuran Altusio y el jesuita Suárez.

El minucioso análisis sobre estos pensadores, que sobre todo en el caso de Bodino figuran como heraldos de modernidad por la idea de soberanía, permite a Trías concluir que existe una divisoria de radical importancia entre quienes de un modo o de otro representan formas de pensamiento derivadas de las concepciones filosófico-políticas medievales, y Hobbes, cuyo individualismo posesivo, cimiento de su opción absolutista, prefigura la concepción del Estado y de las relaciones económicas que más tarde están en la base de la sociedad burguesa. Es una apuesta arriesgada, ya que plantea la existencia de posiciones ideológicas que desde una de las crisis del antiguo régimen, anteriores a 1789, la de la revolución inglesa del siglo XVII, anticipan los fundamentos del futuro desarrollo capitalista y del Estado liberal. Algo que tocará más tarde, siempre desde la crisis inglesa, desarrollar a Locke, y que sin duda Trías hubiera abordado de sobrevivir para ello. Tal como lo contemplaban desde distintos ángulos —perfectamente delimitados en el libro, incluso sobre la excepción de Altusio—, el absolutismo suponía un fortalecimiento del orden socioeconómico sobre el cual se sustentaba la llamada sociedad del antiguo régimen. Abundan los apartados de excepcional lucidez: destacaríamos el que funde en un tratamiento comparativo a Bodino, Suárez y Altusio sobre el entramado de vida social en tanto que fundamento de la idea del Estado como comunidad autosuficiente. Prueba de la calidad de su aproximación metodológica. Tal vez cabría sugerir que en Suárez la práctica de la idea de la potestad eclesiástica apuntaba a la Iglesia como institución, concreta en cada país, y no solo al Papa. En cualquier caso, la ruptura auroral de Hobbes, según prueba exhaustivamente Trías, inaugura una nueva época.

Autor: Juan Trías Vejarano.

Editorial:Tecnos (2019).

Formato:tapa blanda (265 páginas).

Fuente:

https://elpais.com/cultura/2019/10/15/babelia/1571151628_048696.html

Filosofía en la calle

Filosofía en la calle

Antonio Guerrero

“Filosofía en la calle” es un proyecto que defiende que la filosofía necesita recuperar su territorio natural: la calle, el ágora, la plaza pública, la polis. De esa manera saldrá del impasse (bloqueo) conceptual y de la crisis de identidad de los mismos filósofos. La filosofía adecuada para ese objetivo es la filosofía práctica e intervencionista, que tiene por ambición la interactuación con la realidad social y la modificación de la misma. Se hace indispensable la creación de una nueva filosofía práctica que no solo genere cambios sociales sino que además permita la emancipación cultural de las personas dispuestas a adquirir el libre pensamiento desde la filosofía.

El objetivo del proyecto es deconstruir a la filosofía academicista, anquilosada y sin interés por lo que sucede más allá del aula, y crear un nuevo vínculo de la filosofía con la realidad de la calle, de la vida social, para salvar así el desbloqueo del pensamiento posmoderno repetitivo y para generar librepensadores en nuestra sociedad de masas. Es un movimiento humanista que trata de reconstruir al ser humano y de darle las herramientas necesarias para que se emancipe del consumismo y del gregarismo.

Nos avalan: CSIC, REF, UNED, UAL, JUNTA DE ANDALUCIA.

Mas informacion aquí:

https://filosofialacalle.wixsite.com/fcalle/quienes-somos

https://filosofialacalle.wixsite.com/fcalle/blog/

Nuestro programa de radio:

https://filosofialacalle.wixsite.com/fcalle/talentos

videojuego

El videojuego busca su sitio entre el arte y la filosofía

El Espacio Fundación Telefónica alberga una exposición que aborda con profundidad la dimensión sociológica y cultural del ocio interactivo

Dos de los videojuegos jugables de la exposición.
Dos de los videojuegos jugables de la exposición. JAIME VILLANUEVA

Una lapidaria sentencia del historiador del arte alemán Oliver Grau preside una de las paredes de la última exposición del Espacio Fundación Telefónica: “En cada era se ha dado una revolución en las artes. En el Renacimiento fue la perspectiva. En el siglo XX, el movimiento, de la mano del cine. Y en el XXI es la interacción, posible mediante las nuevas tecnologías”. Lenta pero inexorablemente los videojuegos van reclamando (y alcanzando) un espacio en el marco cultural, y buena muestra de ello es la exposición Videojuegos, los dos lados de la pantalla, que desde ayer y hasta el 12 de enero puede verse en Madrid.

“Lo que queremos mostrar es el videojuego como algo que va más allá de la pantalla”, explica la comisaria del evento, la doctora en filosofía especializada en tecnología Eurídice Cabañes. “Mostar la influencia de otras artes en los videojuegos, pero también la influencia que ejercen los juegos en otras artes y en la sociedad”.

Parte de la exposición dedicada a los avatares.
Parte de la exposición dedicada a los avatares. J. V.

La exposición es oscura, introspectiva. Los objetos antiguos y nostálgicos, generalmente centrales en exposiciones de este tipo, tienen aquí un papel muy secundario: viejas consolas, mandos antiguos o dispositivos portátiles salpican el cuarto piso del edificio de la calle Fuencarral, pero no acaparan el protagonismo que les corresponde a las instalaciones artísticas. “Nuestra intención aquí”, explica Cabañes, “es preguntarnos cuál es la relación entre el mundo físico y el virtual, o qué impacto tiene en nuestro cerebro jugar a videojuegos. Indagar en si son o no una expresión artística”. “Los juegos guían cada paso que damos: mueven la relación entre la sociedad y la tecnología”, sostiene la comisaria. “El primer contacto tecnológico de los niños es con videojuegos. Y hoy son una catapulta artística: los juegos integran otras artes como la narrativa, o la música, pero las hacen evolucionar como la narrativa no lineal, o las composiciones interactivas”.

A diferencia de otras expresiones artísticas, jugar a videojuegos tiene un efecto físico. La exposición no entra en la problemática de las adicciones pero sí subraya los efectos positivos del ocio interactivo: una obra creada a base de maquetas de cerebros que se van iluminando dependiendo de a qué juego se juega es, según Cabañes, “muy eficaz a la hora de trazar un mapeo del cerebro y ayudar a combatir enfermedades”. Sobre lo que sí mete el dedo en la llaga es sobre la imposición económica real en el mundo digital: o sea, transacciones con dinero contante y sonante. Baste como ejemplo una de las imágenes de la muestra, el “perro de guerra infatigable” del juego onlineWorld of Warcraft por el que un jugador pagó 33.927 euros.

Uno de los hologramas de la exposición.
Uno de los hologramas de la exposición. J. V.

Problemáticas

“El juego pone sobre la mesa problemáticas importantes”, explica Cabañes. Y es que, como sostiene el diseñador e investigador Ian Bogost en otra de las citas que envuelven la exposición, “los videojuegos pueden modificar las actitudes y creencias fundamentales sobre el mundo generando un cambio social significativo a largo plazo”. “Tomemos como ejemplo un juego como Dys4ia [que nos mete en la piel de un sujeto en plena terapia hormonal para reasignar su sexo]: pone sobre la mesa problemáticas de género. Pero otros juegos cuestionan sistemas políticos o económicos”, muestra Cabañes. Este tipo de cuestiones se abordan en el espacio dedicado a los serious games.

Otro de los espacios está destinado al personaje que se crea el jugador cada vez que juega: el avatar. Esta zona se sustenta sobre el trabajo del artista Robbie Cooper, que ha pasado tres años fotografiando y comparando a jugadores y a sus avatares. “En el mundo real a mí me van a tratar siempre como a una mujer. De hecho, como a una mujer con mi peso y estatura”, explica Cabañez. “Pero el avatar subvierte el peso de las expectativas sociales”.

El último tramo de la exposición se vuelca en preguntas filosóficas, con ejemplos de juegos (casi siempre independientes) que confrontan al jugador con decisiones de calado. Por ejemplo, el Red Strings Club (2018), donde se plantea la cuestión de, si tuvieras un dispositivo para controlar las emociones, ¿eliminarías las emociones negativas? O en Papers, Please (2013), donde el jugador ejerce de agente de aduanas que, tras ver que la madre de la persona que ha dejado pasar no tiene sus papeles en regla, debe decidir si pasa o no.

“Juguemos o no”, apostilla Cabañes, “vivimos inmersos en una realidad en la que el videojuego lo ha transformado todo”. También el arte. La cita inicial de Oliver Grau, de hecho, termina así: “Hoy, confrontado con la obra, el espectador se convierte en una parte activa de la misma”. Lo sepamos o no, estamos en la era del arte interactivo.

 

ESTEREOTIPOS Y ENTRAÑAS

La presencia de juegos españoles es notable en la exposición. En una zona dedicada a la disección de un guión de videojuegos —“más parecido a una hoja de Excel, porque las decisiones ramifican la historia”, explica Cabañes—, podemos encontrar el desarrollo narrativo y los storyboards de Gris (2018) o de Rime (2017), dos de los últimos éxitos españoles. Las ilustraciones de Gris, un juego con un apartado visual de altura, creado por las acuarelas del catalán Conrad Roset, comparten espacio con una zona dedicada a obras clásicas que han influido en juegos, en la que el original y la influencia están enfrentadas. Un ejemplo: las ilustraciones de escaleras laberínticas de Giovanni Battista Piranesi encuentran su reflejo en el juego Monument Valley (2014).
En otra de las zonas de Los dos lados de la pantalla, encontramos un panel que compara imágenes de personajes que, a juicio de Cabañes, están estereotipados. “Desde el protagonista, siempre musculoso, hasta las mujeres, hipersexualizadas, hasta los personajes árabes, encasillados en el papel de terroristas con la cara tapada”, analiza la comisaria de la exposición.
“Hay un cambio en marcha, y se están dando saltos: muchos personajes femeninos antes sexualizados ya no lo están”. De todos modos, incide en que “el 97% de los personajes femeninos de los juegos son caucásicas, y si la población del mundo se correspondiera con la virtual, las mujeres representarían solo el 15% de la gente del mundo”.

Fuente:

https://elpais.com/cultura/2019/09/24/actualidad/1569332873_597496.html