Límites al miedo

Inmaculada Hoyos: «La filosofía sirve para poner límites al miedo en nuestra sociedad»

Jesús García Calero

hoyosLa filósofa publica «Sobre el amor y el miedo. Tópicos antiguos y enfoques modernos», un libro revelador

Partir de los filósofos clásicos y llegar a la más rabiosa actualidad es la «magia» que solo consigue quien domina la razón. De los estoicos al mundo real, pasando por Spinoza, Nietzsche y otras cumbres del pensamiento. La filósofa Inmaculada Hoyos acaba de publicar «Sobre el amor y el miedo» (Avarigani editores), un libro revelador y arriesgado, tan filosófico como político, y que permite comprender con otra profundidad lo que nos ocurre. El mundo está lleno de amenazas que conocemos cada día a través de los periódicos y nuestros smartphones. Educar el temor y revertirlo para crear vínculos sociales es uno de los temas de nuestro tiempo.

«Nuestra comprensión sobre las pasiones no es irrelevante -afirma Hoyos a ABC-. A través de ellas reflejamos nuestros valores, en un plano individual y social y juegan un papel fundamental, tanto para tomar decisiones personales como políticas. A quién votas».

-Las pasiones no se oponen a la razón? ¿Ayudan a organizar el mundo?

-Pueden parecer opuestos, pero Spinoza enseña que la razón es impotente si no trabaja con buenos afectos. Necesitamos pasiones y afectos bien entendidos para que la razón pueda. Orientarnos, comprender el mundo, tomar decisiones… Damascio, en «En busca de Spinoza» defiende desde la neurociencia lo que este autor vio sobre la importancia de las emociones para las decisiones.

-Vivimos en un mundo muy incierto.

-La civilización occidental vive hoy en el miedo constante, amplificado por los medios. No es que las amenazas no sean reales, están en las noticias, pero la experiencia del mundo hace que percibamos un riesgo apabullante a través de la tecnología. O la incertidumbre laboral, que es caldo perfecto para todos los miedos, y estamos dispuestos incluso a renunciar a derechos con tal de librarnos del miedo. Del miedo hay instituciones que sacan mucho partido: la política, la economía… La filosofía nos ayuda a comprender por qué ocurre eso. Spinoza dice que «tienes que distinguir entre tristezas evitables y las que son inevitables». Qué parte del miedo es asumible y qué parte hay que poner límite. La filosofía sirve para poner límites al miedo.

-¿Y el afecto, el amor, qué pintan?

-El miedo anula nuestra capacidad crítica. Con actitud más constructiva podemos enfrentarnos mejor a la incertidumbre.

-La paz no es ausencia de guerra, dice también.

-Exactamente, dice que la paz es fortaleza, y eso es un afecto activo.

-Desazona mirar desde esa perpectiva nuestra vida política.

-Es que no abundan los discursos constructivos. El miedo deprime y nos vuelve más pequeños e impotentes. Así el discurso también se ve muy limitado. Spinoza dice que de la tristeza no surgirá nada bueno. Habrá que enfrentar el miedo pero la libertad no sale de ese afecto.

-Me gusta cómo reivnidica la honestidad que surge de la experiencia literaria. A pesar de que es mentira, que nace de lo ficticio.

-El valor de la literatura es la creación de formas inéditas de ser. Hoy eso es fundamental en la civilización del miedo, porque tiene que ver con la parte creativa. Debemos inventar nuestra propia vida y la literatura abre nuevos campos de experiencia, y lo hace de una forma honesta.

-Y reivindica el cuerpo, no desde el hedonismo precisamente…

-El cuerpo es fundamental para entender las pasiones y para el conocimiento. Somos cuerpo aunque no solo seamos eso. Nietzsche es muy interesante en este punto. Cuando partimos de un planteamiento clásico hay que incidir en ello.

-Nietzsche en nuestro mundo… ¿no estaba superado? No se ha oído muy a menudo poner en relación su pensamiento con la probidad de la sociedad democrática…

-Los estudios nietzschianos en España son magníficos. Nos puede aportar muchas cosas hoy. No es dogmático, es muy literario. Se aprende mucho con él. Pero ha sido el filósofo peor entendido de la historia.

-La filosofía está fuera de las aulas.

-No interesa crear la conciencia crítica. Es un movimiento de afianzamiento del poder muy claro. La filosofía da elementos para comprender el mundo y nos hace críticos.

-La filosofía es la exiliada de la república ideal, no la poesía

-Desde luego. Deleuze advierte: «todo poder necesita de la tristeza».

-Y la política, según usted, alegría.

-Porque el amor brota de una plenitud, y eso tiene un potencial político increíble porque crea vínculos.

 

Fuente:

http://www.abc.es/cultura/libros/abci-inmaculada-hoyos-filosofia-sirve-para-poner-limites-miedo-nuestra-sociedad-201703070156_noticia.html

Foto: Alfredo Aguilar.

 

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