Sócrates y Dylan

Bob Dylan, en una actuación de la gira ’Rolling Thunder Revue’.

Sócrates, probablemente el ser humano más relevante que haya pisado la Tierra, murió con solo una certeza, que no sabía nada, sin haber escrito una sola línea en toda su vida, después de una existencia austera -el dinero, las riquezas y el poder no le interesaban en absoluto- y aceptando con serenidad y hasta el final (tenía amigos que le hubiesen podido librar de ella) una sentencia a muerte injusta (pero ¿qué sentencia a muerte no lo es?).

Hoy en día, en cambio, cuando le dices a alguien “no sé”, “no estoy seguro” o “tal vez”, te miran con estupor e incredulidad y te repiten la pregunta a voz en grito dando por sentado que se trata de un problema de audición y no del reconocimiento de una duda, ya no digamos si se trata de una entrevista o de un acto público.

Es como si en la actualidad tuviésemos la obligación de saberlo todo, de ser expertos en literatura, en cine, en política, en moralidad, en feminismo, en la vida privada de personas a las que no hemos tratado jamás y que nos dedicamos a destripar en público y en privado con violencia, mala fe y sobre todo ignorancia.

Gira mítica

El otro día vi un documental extraordinario, ‘Rolling Thunder Revue‘, dirigido por Martin Scorsese, sobre la mítica gira que realizó Bob Dylan (tal vez el segundo o tercer ser más relevante que haya pisado la Tierra, tengo unos amigos que el día de su muerte piensan poner una esquela en ‘La Vanguardia’) entre 1975 y 1976. Dylan reunió en una caravana a músicos, poetas, escritores y otros personajes variopintos para recorrer Estados Unidos actuando en pequeños locales (en aquel momento Dylan ya era Dios, llenaba estadios). Le acompañaban Joan Baez, Roger McGuinn, Ramblin’ Jack Elliott, Scarlet Rivera, Allen Ginsberg (que al ver suspendida su actuación por falta de tiempo, se quedó de todos modos en la gira ayudando en tareas prácticas como llevar las maletas) o Sam Shepard.

Al principio del documental le preguntan a Dylan qué recuerdos tiene de la gira y rascándose la barbilla responde que no recuerda nada, que fue hace muchísimo tiempo. Sin embargo, se trata una gira mítica, hacía ocho años que Dylan no tocaba en público, fue todo un acontecimiento. Pero Dylan no sabe, no recuerda apenas.

Al final del documental, cuando los espectadores hemos entendido la magnitud, la importancia y la maravilla de aquel evento (grandes artistas yendo de ciudad en ciudad haciendo algo absolutamente único e irrepetible), le preguntan a Dylan qué queda de ‘The Rolling Thunder Revue’. El cantante responde: “Nada, polvo”, que en este caso es lo mismo que decir “no lo sé” o “me importa un pito”.

¿Cuándo fue la última vez que dijiste “no lo sé” o “me importa un pito”?

Fuente:

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200115/articulo-socrates-y-dylan-milena-busquets-7807418

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